Euskadiko Ezkerra prepara un programa político "para después de la violencia"

Kepa Aulestia, secretario general de Euskadiko Ezkerra (EE), afirmó ayer en Pamplona que "la pelota de la normalización de la violencia está ahora en el tejado de ETA, y desde este partido les pedimos que la bajen, porque esta sociedad no puede esperar indefinidamente a que a unos pocos señores se les ocurra dejar las armas". El dirigente abertzale presentó en la capital navarra el III Congreso del partido, que se celebrará en San Sebastián los días 27, 28 y 29 de mayo, e indicó que en las ponencias que se debatirán "no se habla de violencia ni una palabra, y no es casualidad", añadió, "porque hemos tratado de perfilar un programa de partido para después de la violencia, ya que EE siempre ha sido un partido diseñado para la normalidad de este país".Aulestia destacó que a pesar de los últimos atentados de ETA se ha constatado en la sociedad vasca "una mayor marginalización del fenómeno de la violencia, aunque persistan algunas pocas personas empeñadas en resistirse a que acabe la espiral". A su juicio, los partidos vascos deben diseñar estrategias y programas "en los que no se fecunden los ritmos y el vaivén impuestos por las armas, para demostrar no sólo que ETA está desligitimada para hablar en nombre del pueblo vasco, sino que esta sociedad no puede esperar indefinidamente a que unos pocos señores se les ocurra dejar las armas, ya que existen otros problemas que condicionarán mucho más fuertemente el futuro de Euskadi".

El secretario general de Euskadiko Eskerra anunció que por primera vez en España se presentará un programa estrictamente de partido diseñado para un plazo medio de 15 a 20 años vista y estructurado en un ideario sobre la definición propia de EE, un proyecto social que trata de impulsar al partido y la definición de la alternativa de gobierno que propone Euskadiko Ezkerra.

Aulestia anunció por último que el Aberri Eguna será celebrado por EE en la localidad guipuzcoana de Zarauz, "con la idea de solidaridad y de que una nación no puede basarse sólo en grados de autonomías políticas, sino sobre todo en su propia cohesión interna y la superación de sus sectarismos".