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Elgorriaga rechaza la reinsercion para 'etarras' en el funeral por el guardia civil asesinado

El delegado del Gobierno central en el País Vasco, Julen Elgorriaga, afirmó ayer en Durango (Vizcaya) que los asesinos del guardia civil Pedro Ballesteros, muerto el sábado presumiblemente a manos de ETA Militar, no tendrán la opción de la reinserción "y se pudrirán en la cárcel". Elgorriaga, uno de los interlcutores gubernamentales en el frustrado diálogo establecido en Argelia con dirigentes de ETA Militar, se manifestó así al término, del funeral por Pedro Ballesteros, que se celebró a las 1,33) en la iglesia de San Fausto, de Duravigo, en un clima de dolor y crispación contenida.

El atentado, el primero de consecuencias mortales que se produce tras la ruptura del diálogo iniciado en Argelia, ha arrumbado buena parte de las esperanzas suscitadas por los contactos entre ETA y el Gobierno. Varios dirigentes políticos vascos apuntaron ayer que la situación vuelve a ser semejante a la que precedió al diálogo de Argelia, y la Asociación por la Paz de Euskal Herria ha dicho que el asesinato de Pedro Ballesteros "cierra violentamente la puerta a una vía de esperanza que tímidamente- quería abrirse".El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, ha afirmado que ETA ha matado también la esperanza de una paz próxima. "Creo", ha añadido, "que esa ilusión se ha terminado y que la gente pasa ya de Argel". Ricardo García Damborenea, secretario general del PSE-PSOE de Vizcaya, suscribió la opinión (le quienes piensan que la negociación está ya muerta.

De su lado, el dirigente de Euskadiko Ezkerra Xabier Olaberri acusó a Herri Batasuna de no ejercer la dirección política y de carecer de valentía suficiente para explicar a ETA Mililtar que no hay más salida que la paz.

Durante el funeral por Pedro Ballesteros, al que también asistieron el director general de la Guyardia Civil, Luis Roldán; el vicepresidente del Gobierno vasco y ayer léhendakari en funciones, Ramón Jáuregui, y el consejero de Interior del, ejecutivo vasco, Luis María Retolaza, el sacerdote señaló que el pecado de la víctima no había sido otro que el de ser guardia civil, haberse casado con una chica de Durango y ser confiado. Los asesinos de Pedro Ballesteros, que tenía 24 años, sabían que su víctima celebraba el día de San José comiendo, en Durango, en casa de sus suegros.

Durante la ceremonia religiosa, la madre del guardia civil fallecido reprochó en voz alta, entre sollozos, la falsedad de las esperanzas en una paz próxima surgida meses atrás. Al funeral asistió también un hermano pequeño de la víctima que cursa estudios como guardia joven en la acadermia de la Guardia Civil de Valdemoro.

Tras el funeral, el cadáver del guardia civil fue trasladado a la localidad toledana de Velada, donde reside su familia, en cuyo cementerio fue enterrado. Al sepelio asistieron unas dos mil personas, informa Europa Press].

María del Carmen López, viuda de la víctima, que resultó herida en un codo en el atentado, evoluciona favorablemente tras la operación a que fue sometida el jueves por la noche. Ayer recibió la visita de Luis Roldán horas antes de iniciarse el funeral.

Cientos de personas se manifestaron ayer en silencio en distintas poblaciones vascas, siguiendo la convocatoria en la que la Asociación por la Paz de Euskal Herria invitó al pueblo vasco a protestar "porque unos asesinos, en una desenfrenada carrera hacia su autodestrucción, siguen sembrando de sangre inocente este pueblo. Ésta es su paz: y su libertad. Esto es lo único que pueden ofrecer". [Por otra parte, el presidente nacional de Alianza Popular, Antonio Hernández Mancha, dijo ayer en Tarragona que, tras el atentado de Durango, "es necesario un cambio rotundo en la actitud del Gobierno frente a ETA, informa Efe].

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