'Olga y sus hijos' sustituye a 'Escenas de un matrimonio'
Un drama sobre la marginación interpretado por Annie Girardot
Una vez finalizada la minuciosa rafiografía de la pareja realizada por Ingmar Bergman en Escenas de un matrimonio, comienza a emitirse la teleserie italiana Olga y sus hijos, un drama sobre la marginación que plantea la historia de un muchacho de la periferia milanesa afectado por una psicosis de naturaleza esquizofrénica así como su denodada lucha por reintegrarse en la normalidad. Producida por la RAI, con la colaboración de conocidos psiquiatras, la miniserie, que despertó una gran expectación entre los telespectadores italianos (fue emitida en octubre de 1985), está interpretada por Annie Girardot y Mario Adorf.
La actriz Annie Girardot, a quien, recientemente vimos en la proyección televisiva de Rocco y sus hermanos, es Olga, madre de familia en el posindustrial y hostil Milán, que lucha desesperadamente por arrancar a su hijo Michele del viaje sin retorno a la locura.La inesperada muerte del padre en un accidente de carretera es el incidente que aparentemente desencadena la profunda perturbación mental de Michele, inexplicablemente culpabilizado de la tragedia.
Olga y su otra hija, Camilla (Giulia Salvatori, hija en la vida real de Annie Girardot), han superado el dolor de la pérdida en el que Michele (interpretado por el casi debutante Gianfranco Tondini) ha quedado prendido.
A partir de ahí, y durante tres largos meses del duro invierno milanés (el mismo tiempo de elaboración de la teleserie), entre períodos de lucidez y extravío, se sucederá la crónica de este caso de locura sin historia en el marco del adverso ambiente de la periferia de la ciudad de Milán.
No es la primera vez que Salvatore Nocita, que además de realizador es también autor del argumento y guión (en el primer caso, con Arnaldo Bagnasco y Vincenzo Ruggiero, y en el segundo, con Linda Brunetta y Flavio Nicolini), aborda la problemática de la marginación en las grandes concentraciones urbanas de nuestra era posindustrial. Ya lo hizo, y con ese trabajo se le suele identificar, en Ligabue y en Historia de Ana, esta última sobre el problema de la droga. En el caso de Olga y sus hijos Nocita ha intentado limitarse a plantear el problema desde las distintas perspectivas de los personajes del entorno de Michele, sin proponer soluciones y evitando profundizar en las causas, si se exceptúan las asociadas con el inhóspito cemento del cinturón industrial milanés, fotografiado para el caso por Blasco Giurato en tonos grises e integrando con sonido directo las estridencias del bullir urbano.
Hay una presentación clínica de la historia, a través del especialista que trata al joven (Daniel Gelin) en sus períodos de crisis, para la que Nocita se ha documentado con el concurso de varios psiquiatras. Una óptica ante la que Olga -y el propio Nocita, no hay que olvidar el fuerte movimiento antipsiquiátrico en Italia- muestra su más profunda desconfianza.
Olga y sus hijos se emite hoy, a las 22.30, por TVE-2.
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