Otra 'reina' del mismo rey

Huston. Una sola palabra define conceptos. En honor a la verdad, hay que decir que John Huston no es mejor que otros dioses del clasicismo cinematográfico, pero sí es cierto que hoy se le venera más que a aquéllos, se leen en sus propuestas fílmicas líneas que conectan con el espíritu moderno. Lo que hay que hacer primero, es verse toda su filmografía.Por ejemplo, esta Sólo Dios lo sabe, que hoy se cuela en la programación de la tarde. Es un inconfeso remake de la tan alabada -con justicia- La reina de África. Una guerra de fondo, un medio hostil y dos criaturas antitéticas sobreviviendo en él y conviviendo juntos. Una monja y un militar bastante desheredado: Deborah Kerr y Robert Mitchum. Y el ojo avieso, tramposo y malicioso, irónico, de Huston. Es espléndida y absolutamente imprescindible para todo aquel que se diga hustoniano.

En la confrontación de caracteres halla su sentido Un toque de distinción, aunque la mirada de Melvyn Frank no tiene la sana malicia de Huston. Queda como una comedia sentimental, sin más, por la que se diluyen pretendidas críticas sociales y apuntes psicológicos de tercera, todo ello, eso sí, muy bien llevado por George Segal y Glenda Jackson.