El cierre de la oficina de la OLP en las Naciones Unidas enfrenta a Washington con los países árabes
Estados Unidos tiene que librar una prueba de fuerza con las Naciones Unidas y los países árabes tras la decisión de cerrar la oficina que con carácter de observador, mantenía la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ante el foro internacional, estimaban ayer fuentes diplomáticas en Washington.
El fiscal general (ministro de Justicia), Edwin Meese, aseguró que la orden de cierre responde a una ley aprobada por el Congreso pese a la opinión contraria de la Administración de Ronald Reagan. El secretario de Estado, George Shultz, llegó a calificar la decisión de la Cámara como "estúpida".La medida se ha hecho pública poco antes de la llegada a EE UU del primer ministro israelí, Isaac Shamir, y puede complicar los esfuerzos por ganar apoyo para una nueva iniciativa de paz, que Shultz presentó recientemente en Israel.
El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, ha protestado enérgicamente por la decisión norteamericana, que, en su opinión, viola un acuerdo de 1947 por el que se decidió que Nueva York fuese la sede permanente y cuartel general de la organización.
Decenas de miles de israelíes, entretanto, se congregaron en la tarde de ayer en la principal plaza de Tel Aviv para apoyar el plan de paz de Shultz, 24 horas antes de la partida de Shamir a EE UU. "Ahora Shamir no puede decir que no al plan de paz en nuestro nombre", dijo Tzaly Reshef, del movimiento Paz Ahora, organizador de la manifestación.
El ministro de Exteriores, Simón Peres, por su parte, expresó a la revista norteamericana US News & World Report sus esperanzas en que se efectúe una conferencia internacional de paz para Oriente Próximo en la próxima primavera y que la URSS restablezca relaciones diplomáticas con Israel el primer día de tal reunión.
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