Hernández Mancha rechaza las propuestas de Fraga para un arreglo entre los sectores enfrentados de AP
El ex presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, propuso a los notables del partido un compromiso para resolver los enfrentamientos internos durante la cena celebrada el miércoles con 10 miembros del mismo. Fraga advirtió que podría abandonar definitivamente la política, lo cual implicaría su renuncia a presentarse como candidato a la Xunta de Galicia. Estas palabras no tuvieron eco en el actual presidente de AP, Antonio Hernández Mancha, quien rechazó las propuestas de Fraga, según asistentes a la reunión.
Algunos de los notables del partido afirman que por primera vez se ha producido un enfrentamiento abierto entre Fraga y Hernández Mancha. El ex presidente aliancista es partidario de sostener a su sucesor, pero pone condiciones para reforzar su equipo con los dirigentes marginados del actual núcleo directivo de AP.Fraga y Hernández Mancha coincidieron, sin embargo, en que Alianza Popular atraviesa su peor momento. Consultado ayer por este periódico, Fraga se limitó a contestar: "El lunes tendremos una gran convención y todos haremos lo posible por conseguirlo", y declinó cualquier otro comentario.
Según el relato obtenido, Manuel Fraga expuso cuatro propuestas que, a su juicio, servirían para pacificar la vida interna del partido y conseguir una mejora de su imagen pública. En primer lugar pidió un pacto entre todos, para, poner fin a las voces discrepantes que tanto daño producen en el partido. Después propuso la ampliación de la comisión permanente de AP en seis puestos mas, con objeto de integrar a miembros de la candidatura derrotada en el anterior congreso. Aunque sin mencionar nombres, cabe deducir que esa ampliación permitiría incorporar, entre otros, a Miguel Herrero, Rodrigo Rato, Isabel Tocino o Celia Villalobos.
En tercer lugar, Manuel Fraga pidió que se acabe con la política de expedientes disciplinarios y sean sobreseídos los actuales expedientes en curso, principalmente los de Burgos, Cádiz, La Coruña y Zaragoza. Por último, Manuel Fraga pidió que se anuncie inmediatamente una fecha concreta para la celebración del congreso.
Equipo homogéneo
Hernández Mancha -que había sido el primero en tomar la palabra, para afirmar que Alianza Popular estaba atravesando el peor momento de su historia-, pidió el apoyo de todos para que el lunes se ofrezca una imagen de unidad y que la convención sea un éxito de cara la opinión pública. En cuanto las propuestas de Fraga, se opuso a la idea de ampliar la comisión permanente, toda vez que la actual está formada por un equipo homogéneo, única forma de actuar con eficacia. También dio un no rotundo al sobreseimiento de los expedientes, por entender que no puede quebrarse el principio de disciplina. No se comprometió a fecha alguna para la convocatoria del congreso.
Según los portavoces consultados, Juan Ramón Calero mostró su apoyo a las tesis de Fraga, mientras que el responsable electoral, José Ramón del Río, elogió a Hernández Mancha y criticó las actitudes de José María Aznar, Juan Ramón Calero y Miguel Herrero. Este último se ganó una cierta reprimenda de Fraga, -aunque anecdótica, toda vez que coincidieron en otros puntos-, por la actitud pasiva de Herrero. Herrero comentó que había sobrevivido a crisis mayores, achacando su habilidad al hecho de estar dotado de una piel dura, similar a la de los cocodrilos. Fraga le replicó que éste es el animal que menos le gusta.
El secretario general, Arturo García Tizón, tuvo una intervención conciliadora, pero no dio muestras de estar interesado en cambiar la actual política, al igual que el secretario dé organización, Gonzalo Robles.
El presidente de Castilla y León, José María Aznar, se reafirmó en sus propuestas del Club Siglo XXI, en el sentido de que es necesario un congreso para definir el proyecto liberal-conservador y reforzar el equipo de dirección. Sin embargo, Aznar asegura que esas propuestas no estaban planteadas para desestabilizar al actual presidente aliancista, Antonio Hernández Mancha. En el mismo sentido se ha pronunciado Juan Ramón Calero.
Tras las intervenciones de réplica, Fraga abandonó la cena -acompañado de Alberto Ruiz Gallardón-, no sin advertir que pensaría la posibilidad de abandonar el escaflo del Parlamento europeo, en Estrasburgo, y no presentarse a las elecciones en Galicia, para dedicarse íntegramente a la vida privada.
Los dirigentes considerados críticos no han dudado en calificar el encuentro como un fracaso, mientras que los afectos al actual presidente afirman que sus tesis han salido triunfantes. "Estamos donde estábamos", resumió uno de los asistentes, horas después de la reunión. Los críticos creen que la convención popular del próximo lunes servirá de poco, mientras que los partidarios de Hernández Mancha conflan en un éxito de opinión pública para superar la imagen de crisis.
Dos operaciones
Dos operaciones políticas diferentes se han entrecruzado, hasta crear esa imagen pública de crisis en el principal partido de la oposición. La primera movida, protagonizada por el sector de Miguel Herrero y de José María Aznar, trataba de evitar el nombramiento in pectore de Antonio Hernández Mancha como cartel electoral de los conservadores, en la convención prevista para el próximo lunes, aplazando tal designación hasta el congreso del partido.
Esta operación se ha mezclado con la situación política en Galicia: Manuel Fraga ve condiciones cada vez menos favorables para dar el salto a su tierra, mientras no esté garantizada la paz entre los jóvenes dirigentes que se han hecho cargo de su herencia. Desde el anuncio público de su candidatura a la Xunta de Galicia, Fraga ha mantenido aproximadamente el mismo ritmo de visitas a Galicia que antes.
El sector que sigue a José María Aznar ha iniciado una táctica de repliegue, ante las consecuencias de su comparecencia del lunes. "Se pretendía hablar de alternativa al Gobierno socialista, y no de una alternativa interna", según uno de sus colaboradores.
