Manuel Fraga interviene para evitar la crisis aliancista
Manuel Fraga intervino ayer personalmente para evitar una crisis en Alianza Popular (AP) y tratar de recomponer la unidad del partido. Fraga mantuvo ayer contactos reservados con el presidente aliancista, Antonio Hernández Mancha, y con el presidente del Gobierno de Castilla y León, José María Aznar. Estos contactos fueron previos a una cena a la que asistieron, además de los tres citados, Arturo García Tizón, Alberto Ruiz Gallardón, Juan Ramón Calero, José Miguel Ortí Bordás, José Ramón del Río, Miguel Arias, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Gonzalo Robles.Fraga abandonó el restaurante a la una de la madrugada de hoy y aseguró que había sido una cena "muy agradable, muy eficaz y muy fecunda", aunque decliné cualquier otro comentario.
Mientras, los principales responsables del aparato central de AP son reticentes a que se adelante a finales de verano próximo la celebración del congreso ordinario del partido, previsto para el primer trimestre de 1989. Tanto Arturo García Tizón, secretario general de AP, como Gonzalo Robles, responsable del área de organización, defendieron ayer esta tesis que contrasta con el deseo apuntado por Hernández Mancha y Ruiz Gallardón de anticipar el inicio de una nueva etapa en AP, informa Juan G. Ibáñez.
García Tizón manifestó en la tarde de ayer que respeta la opinión de quienes reclaman un congreso extraordinario, pero subrayó que considera que la celebración de éste en el último semestre de este año no aportaría nada pues a principios de 1989 tendría que celebrarse el congreso ordinario.
En parecidos términos se expresó Gonzalo Robles, que ante las críticas vertidas recientemente por José María Aznar sobre el funcionamiento de AP, se limitó a reconocer que "toda obra humana es perfectible".
Robles afirmó no haber oído la queja de aliancistas castellano-leoneses respecto a que actúa como "zapa" de José María Aznar en Alianza Popular de Castilla y León.
