Cristo en Arizona

El mismo guión, escrito con la técnica inimitable, pero no nueva ya, de Mazurca para dos muertos, es lo que nos viene a ofrecer el gran patriarca de las letras castellanas, Camilo José Cela, en su reciente novela Cristo versus Arizona. Tan sólo cambia la húmeda y perfumada tierra galaica por la seca y árida de un desierto cruzado de reptiles, y los amables galleguismos de ayer por expresiones y nombres del inglés americano. La misma película rodada en otro escenario. Si la primera fue una mazurca céltica, ésta será un rigodón mestizo.Dicho sea lo que antecede sin desdoro posible de la siempre admirable prosa de Cela ni del gozo indecible del lector, pero, puestos a encontrarle antecedentes, parece evidente que éstos no son Mrs. Caldwell, Oficio de tinieblas o San Camilo, como dice Pedro Sorela en su reportaje del 24 de febrero en EL PAÍS. Es posible que haya tenido el detalle de dejarlo para lucimiento de lectores ociosos, lo que siempre es de agradecer. Sin embargo, no es cierto que el nombre del caimán aparezca sólo hacia la mitad de la novela. La primera vez que aparece su nombre, Jefferson, es en la página 12, y la segunda y la tercera, en la página-27. De todos modos, reconozco mi agradecimiento a su reportaje, ya que, gracias a su información, me decidí a comprar el libro y a leerlo de un tirón-