Julio Anguita acepta, con condiciones, asumir el liderazgo del PCE

El dirigente comunista andaluz Julio Anguita está dispuesto a aceptar a secretaría general del PCE, si el comité central, que debe elegirle hoy, asume las condiciones que va a plantearle. En función de este criterio, la delegación andaluza al 121 congreso comunista modificó a última ora su propuesta para miembros del comité central, a fin de potenciar su representación. Al mismo tiempo, la comisión de tesis políticas rehazó la incompatibilidad entre la secretaría del PCE y la presidencia le Izquierda Unida, que fue la espoleta de la crisis que ha provocado la enuncia de Gerardo Iglesias a la reelección.

El vuelco en la situación del congreso comunista se produjo tras numerosas reuniones de portavoces de delegaciones y dirigentes de sectores con influencia, como CC OO, con el propio Anguita. Sin que el líder andaluz haya confirmado públicamente su decisión, los sectores que apoyan su candidatura han iniciado el forcejeo para formar el nuevo equipo de dirección.La comisión de candidaturas, cuya reunión se retrasó más de dos horas, dado el replanteamiento del congreso, inició sus deliberaciones, a puerta cerrada, a última hora de la tarde de ayer, para buscar un consenso sobre los 90 miembros del nuevo comité central. Este órgano de dirección no sólo habrá de elegir al secretario general, sino que se va a plantear la estrategia del partido respecto a Izquierda Unida.

Otro vuelco se produjo ayer en la comisión de tesis políticas, al ser rechazada la propuesta de incompatibilidad entre los cargos de secretario general de¡ PCE y presidente de Izquierda Unida, que había sido aprobada por el comité central saliente a principios de enero y que fue la chispa que provocó la renuncia de Iglesias a la reelección. El Congreso deja manos libres a los nuevos dirigentes, presumiblemente, el equipo de Anguita.

El informe de Iglesias sobre su gestión obtuvo un amplio respaldo por parte de los delegados, con sólo cinco votos en contra y 33 abstenciones. Iglesias, a quien los delegados dedicaron un largo y afectuoso aplauso, defendió la necesidad de contar con el PSOE, pero también la conveniencia de mantener "un proyecto autónomo de la izquierda transformadora".

Páginas 17 y 18