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JUEGOS OLIMPICOS DE INVIERNO

La URSS se confirmó como gran favorita en el hockey

J.-J. FERNÁNDEZ ENVIADO ESPECIAL, La Unión Soviética confirmó que es la gran favorita en el espectacular torneo olímpico de hockey sobre hielo, y derrotó por 7-5, en un espléndido partido, a uno de sus grandes rivales, Estados Unidos. Los soviéticos, que perdieron con los norteamericanos la final de Lake Placid SO, les derrotaron ya en Sarajevo 84L Por otro lado, el descenso femenino se suspendió hasta hoy por el fuerte viento, de unos 80 kilómetros a la hora en ciertos instantes, en la zona de salida.

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Dos finales

El Saddledome cambió en la noche del miércoles, madrugada española de ayer, el silencio respetuoso del patinaje artístico por el jolgorio del hockey sobre hielo; la música exquisita por la de entretenimiento; la estética, la sensibilidad y la perfección del deporte, por la rapidez, la táctica y la agresividad.Si el día antes había vuelto a asombrar la pequeña Ekaterina Gordeieva (1,48 metros y 36 kilos) con su pareja Serguei Grinkov (cuatro notas de 5,8 y 15 de 5,9, sobre un máximo de 6,0 en las puntuaciones técnica y artística de sus ejercicios libres), la atracción posterior liae el choque URSS-Estados Unidos. Los soviéticos, aunque fueron sorprendidos demasiadas veces para su categoría, rompieron una vez más el gran sueño americano de verles derrotados.

En realidad, como había sucedido en el patinaje, donde la URSS también ganó la medalla de plata claramente con Elena Valova y Oleg Vassiliev, fue una lucha desproporcionada. Los soviéticos, pese a los apuros que llegaron a pasar, dejaron ver que son largamente los mejores. Sus derrotas, como la que sufrieron precisamente contra los norte americanos en la final de los Juegos de Lake Placid. (4-3), o recientemente, ya aquí en Canadá en un amistoso contra el equipo anfitrión (3-2), han sido siempre por la mínima diferencia. Puras anécdotas, por tanto. Incluso la pérdida del último título mundial, por diferencia (te goles, ante Suecia, que sólo pudo empatar no empañó su superioridad.

Superioridad

La URS S, en el olimpismo, juega fuera de categoría y sus únicos rivales, si se dignaran a rebajarse al nivel aficionado, sólo pueden ser los profesionales ¿le Canadá y Estados Unidos que militan en la National Hockey League (NHL). En los partidos amistosos que juegan todos los años los soviéticos en Norteamérica se reparten los triunfos. En cambio, rara mente pierden con los jóvenes olímpicos de estos países, a los que se unen para los Juegos algunos semiprofesionales de la NHL. Si los admite la Federación Internacional, también lo hace ya el COI, que utiliza este astuto método para evitar los problemas de elegibilidad.

A la salida del Saddledome, pese a la decepción de la inmensa mayoría de los 118.000 espectadores que casi abarrotaron el impresionante pabellón olímpico, la palabra corría por muchas bocas: "a supergame" (un superpartido). Estados Unidos había estado cerca, pero no había podido. La URS S se adelantó pronto en el marcador, con un 2-0 en el primero de los tres períodos de 20 minutos del partido, y dio la sensación de que no se iba a esforzar hasta que fíjese necesario. Y así lo hizo. Al comienzo del segundo tiempo marcó Estados Unidos, que se vació en todo momento jugando al 'limite de la dureza (2-1), y tras el segundo acercamiento (3-2), la URS S pareció enfadarse y casi sentenció el partido (6-2).

La superioridad soviética se notó en detalles tan claros como en el aprovechamiento o la forma de jugar con las expulsiones temporales. Mientras cualquier equipo con un jugador menos durante los dos minutos reglamentarios se resigna a ser acorralado en su zona, la URSS apenas lo nota. Y, en cambio, bien que le saca rentabilidad cuando son ellos los que juegan con seis hombres contra cinco. Por algo tienen una base defensiva espléndida, el capitán Fetisov, y Kasatonov, pero también por delante la llamada línea KLM, Krutov, Larionov y Makarov, que constituyen la mejor garantía. Todos ellos han sido tentados repetidamente por la NHL (los dos primeros, para la próxima temporada) y la nueva apertura soviética es muy posible que lo permita al fin.

Estados Unidos, que no supo mantener en su anterior partido unas ventajas de 3-0 y 4-1 ante Checoslovaquia, medalla de plata hace cuatro años en Sarajevo y otro de los mejores equipos del mundo, salió en el tercer período decidido a todo, pues tiene ahora incluso comprometido llegar a la medalla de bronce. Ante una URSS demasiado estilista y creyéndose fácil ganadora ya, la tromba norteamericana logró un parcial de 3-0 en sólo seis minutos. Con 6-5 en el marcador, incluso pudo empatar. Pero después, tras el chaparrón norteamericano, la frialdad soviética se impuso una vez más y uno de sus cinco magníficos titulares (aunque apenas desentonan los continuos suplentes que se suceden dado el desgaste físico del juego), Fetisov, terminó con el sueño americano a falta de dos minutos. Y, sin excesiva alegría, como quien cumple un trámite, prueba de su superioridad. Al igual que en Sarajevo, los jugadores de la URSS sólo celebrarán ruidosamente el título. Es el único que les vale para su nivel.

En la misma jornada, y dentro del grupo B, la RFA derrotó a Austria por 3-1 y Checoslovaquia a Noruega por 10-1. URSS y la RFA siguen imbatidos.

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