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Madrid y Cibona, finalistas de la Copa Korac

Luis Gómez

El Real Madrid ya es finalista de la Copa Korac. Y ha llegado a tan elevada posición sin demasiado esfuerzo. Sin embargo, ha de jugar la final contra Drazen Petrovic, previa acción de desempolvar querellas y sacar del archivo cuentas pendientes. Y ser campeón va a ser más difícil que todo lo andado hasta el momento. Es la eliminatoria del año y también una especie de encuentro prematrimonial.Para llegar a esta circunstancia no del todo agradable, el Real Madrid superó contra el Estrella Roja una eliminatoria francamente fea. Porque feo es el estilo de juego de este conjunto yugoslavo que deambula tristemente por la Liga de su país. Y no feo por agresivo, sino por desordenado y mediocre. Uno por uno, ningún jugador de este equipo quedará en el recuerdo del aficionado. Ayer, el Estrella Roja, por toda maniobra, intentó ponerse en zona- o zonita, y tratar de que Ilic pudiera resolver el partido desde larga distancia.

La zona dio algún resultado porque curiosamente alejó a los pivots madridistas del rebote, sobre todo en el primer tiempo cuando, por vez primera, el Estrella Roja logró ponerse por delante en el marcador (38-40). La habitual tertulia de los jugadores madridistas en el banquillo, en esos días de partido escasamente interesante, se interrumpió momentáneamente. Quienes estaban sentados fijaron la vista en la cancha, como extrañados, y un sudor frío debió recorrer la frente de Lolo Sainz. No era cuestión de provocar a más yugoslavos de la cuenta. Afortunadamente para el Madrid, Biriukov resolvió con un triple al borde del descanso (41-40).

La amenaza yugoslava dejó de serlo en la reanudación por más que insistiera con la zona, porque se trata de un equipo sin gente solvente. Ilic hizo 16 tantos en la primera mitad, a costa claro está de fallar nueve intentos, pero se pasó casi todo el segundo tiempo en el banquillo, un período en el que sólo caben destacar algunas asistencias de Iturriaga.

Todo ha quedado, pues, pendiente del choque del año entre el Real Madrid y la Cibona de Zabreg, final de la Copa Korac a doble vuelta (2 de marzo en Madrid y 9 de marzo en Zagreb). Ayer, la Cibona derrotó al Hapoel de Tel Aviv por 101-89 (93103 en la ida). Petrovic consiguió 37 tantos (59 en la ida). Vuelve el morbo, y esta vez multiplicado, porque todos conocemos la fecha de la boda.

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