Wall Street rompe la barrera psicológica de los 2.000 puntos, mientras se espera una baja de los tipos de interés

Por segundo día consecutivo, el mercado bursátil de Tokio tomó una clara orientación alcista, con una subida de más de 138 puntos en su índice Nikkei, mientras Wall Street regresaba de un largo fin de semana (el lunes fue festivo) con titubeos iniciales sobre la tendencia a seguir hasta cerrar con una subida de 22,55 puntos, que hizo saltar la barrera psicológica de los 2.000 puntos en el índice Dow Jones para los valores industriales.El mercado neoyorquino reaccionaba así, muy favorablemente, a los datos positivos publicados el pasado viernes sobre la reducción del déficit comercial norteamericano, pese a que en las primeras horas de trading el Dow Jones perdió 7 puntos, probablemente en una realización inicial de los beneficios acumulados con las subidas de la semana pasada. Muchos operadores apuntaban la necesidad de que los tipos de interés bajen en Estados Unidos.

Otros, citados por Shearson Lehman Brothers, señalan que la bolsa neoyorquina esperará ahora a los datos que hoy se publicarán sobre nuevas construcciones y la producción industrial y que podrían aclarar algo más sobre la orientación de la economía norteamericana. Con todo, las señales iniciales son esperanzadoras.

En Europa, los mercados ofrecieron ayer un comportamiento desigual sin una clara tendencia. En Londres, el índice de¡ Financial Times cerró cuatro puntos por debajo del lunes mientras que en Italia, Bélgica y la República Federal de Alemania el comportamiento fue favorable.

El dólar, por su parte, también fluctuó entre márgenes estrechos aunque cerrando en los mínimos. Es decir, 1,7030 marcos. La cotización fue empujada a la baja tras mostrarse incpaz de superar el nivel de resistencia situado en 1,7180 marcos. Los mercados de bonos experimentaron pérdidas importantes debido a que los operadores interpretan que la mejoría de la balanza comercial, en conjunción con los datos de venta al por menor y la inflación, denotan una economía más fuerte de lo esperado, con lo que la reducción de los tipos de interés queda desvanecida.