Galerías no fue una compra especulativa, según el presidente de Mountleigh

Tony Clegg, presidente del grupo Mountleigh, que en octubre pasado adquirió Galerías Preciados, aseguró ayer que no tiene intención de vender los edificios y solares del grupo español. Manifestó también que con esta declaración quería desmentir sospechas generalizadas de que su entrada financiera en España obedecía únicamente al deseo de liquidar Galerías, como parte de una provechosa operación inmobiliaria.Por el contrario, insistió en que está embarcado en una amplia operación cuyo objetivo final es hacer rentables las tiendas de la cadena comercial en un plazo de tres a cuatro años.

La operación incluye el nombramiento, en las próximas dos semanas, de un nuevo consejero delegado, "una persona de una gran experiencia demostrada en el sector de grandes almacenes". Aunque no dijo de quién se trataba, sí aclaró que es de nacionalidad británica.

La compra de Galerías Preciados a su anterior propietario, Gustavo Cisneros, según Tony Clegg, se hizo sin intervención alguna del Gobierno español y sin que Mountleigh International PIc (la división internacional que compré Galerías desde Rotterdam) estableciera contactos con miembros del Ejecutivo español o con las autoridades monetarias de este país.

Yo pienso especular con Galerías o hacer negocio inmobiliario", aseguró Clegg. "Si las operaciones de Rumasa o de Cisneros resultan sospechosas, que les pregunten directamente a ellos. Nuestra operación de compra fue absolutamente correcta. No es justo que yo arrastre una herencia que no me corresponde".

Reflotamiento

Para Clegg, el reflotamiento de Galerías Preciados debe apoyarse en primer lugar en un incremento drástico de la proporción de mercancía vendida por metro cuadrado de tienda, donde la desventaja respecto a El Corte Inglés es, según el británico, de cuatro a uno.También pasa por un incremento de las ventas por empleado (en las que la ventaja de El Corte Inglés es de dos a uno). Además, va a ser preciso reajustar horarios: hay demasiados empleados que trabajan de diez de la mañana a cinco de la tarde, mientras que el momento más intenso de venta es de cuatro a ocho de la tarde.

Es necesaria, en opinión del presidente de Mountleigh, la potenciación de la moda para señoras, por aquello de que lo que entra por los ojos del cliente por excelencia es lo que le hace volver a la tienda.

Y por último, hay que emprender una reorganización de la estructura de capital del grupo. Clegg, manifiesta querer inyectar capital propio con el que hacer frente a las pérdidas y así obtener créditos de circulante más baratos que los que ahora tiene abiertos banca española.