_
_
_
_
Tribuna:LOS MADRILES
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Gil y Gil

Un como cierto padrinazgo sentimental y ominoso, un como despotismo mal ilustrado, caracterizan la gestión de don Jesús Gil y Gil al frente del Atlético de Madrid, y, más que, esta gestión, su conducta externa y personal de entrevistado permanente y disponible, de agresor verbal más excesivo que ingenioso, más frontal que agudo (y las mejores agresiones son oblicuas, señor Gil/Gil, no lo olvide usted).Vicente Verdú ha denunciado en este irtismo papel el carácter "tumefacto" y "carnal" de algunos clubs. La carnalidad turnefacta del ánima de Gil/Gil acaba de expresarse (una vez más) en declaraciones/acusaciones contra Mendoza. Pero lo que a uno le inquieta no es Mendoza, que sabe y puede defenderse por sí mismo, como ya lo está haciendo, sino la reaparición en la vida democrática española de un como matonismo verbal y encaudillado, de una manera marcial y generalísima de llevar las cosas generales. Se empieza por el fútbol y se acaba en el Sindicato Vertical. Lo peor del estilo de Gil/ Gil no es que sea un estilo malo (y no sé si un "mal estilo"), sino que es un estilo ineficaz, como demuestra el marcador. El padrinazgo sólo funciona en un sistema de padrinos. En un sistema democrático funciona menos. En la política quedan algunos residuos de alcaponismo del-régimen-anterior, como dice este periódico, mas parece que la vida civil se iba civilizando. O que la civilización española se iba haciendo civil, al fin. Hasta que llegó don Jesús.

Don Jesús es el legionario del fútbol y vive innecesariamente una actitud ultra que no llega a Ultrasur, sino todo lo contrario. Dado que el fútbol es hoy "escuela de costumbres", como antaño se dijera del teatro, con frase un poco cursi, uno no alude aquí a lo que pasa dentro de los estadios, pero a lo que pasa fuera. A partir del fútbol, don Gil de las calzas verdes puede ir erizando de matonería la vivencia y la convivencia madrileña. Este peso pesado de los negocios y el deporte, este artista frustrado del insulto barroco viene difundiendo una cultura de gang en las tan leídas secciones deportivas de los periódicos. Respetamos su manera de hacer cultura, don Gil, pero le pro-meto que, a los cultos, hoy, les tiene usted un poco asustados.

La paquidermia verbal de este señor parece un residuo subhistórico anterior a la democracia. Ya nos enseñó Ionesco que los rinocerontes siempre vuelven. Y con corbata.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_