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Núñez se resiste a dar plenos poderes a Cruyff en el Barcelona

Ramon Besa

El Barcelona y el técnico holandés Johan Cruyff están negociando un contrato que, según fuentes del club, debe estar ultimado antes de la primera semana de marzo, momento que se considera óptimo para decidir la denominada operación limpieza, que se ejecutaría durante la fase final de la Eurocopa 88. Josep Lluís Núñez, el presidente barcelonista, aún no se ha entrevistado con el futuro entrenador azulgrana y, de momento, se mantiene al margen en previsión de que no se llegue a un acuerdo. El punto más conflictivo en la elaboración del compromiso es, más que la duración o la cuantía de la ficha, la concesión de plenos poderes al ex jugador del Barça. Núñez se resiste a aceptar las exigencias de Cruyff en este sentido.

"La reestructuración de la plantilla ya ha comenzado a perfilarse, pero falta un director de orquesta que coja la batuta y ejecute la obra", señaló un alto dirigente del club. "Existe un 90% de posibilidades de que esa persona sea Cruyff porque hay una buena predisposición por ambas partes para Regar a un acuerdo y, además, ya no se piensa en otra alternativa [Joan Gaspart, vicepresidente segundo, ha intentado convencer a Núñez de que podría ser el alemán occidental Udo Lattek, que ya fue preparador del equipo]".

La misma fuente señaló que está decidido que Cruyff no se incorpore al Barcelona antes del 30 de junio. "El club tiene una obligación moral con Luis Aragonés, que continuará hasta final de temporada". "Luis", agregó, "está realizando un buen trabajo, pero nosotros necesitamos otra dimensión el próximo año, otra idea, ya que nos jugamos mucho".

En la negociación con Cruyff hay tres puntos clave: la duración del acuerdo, que sería por uno o dos años -el técnico exige dos-, su coste económico y los poderes que se le conceden. Respecto al primer punto hay quien opina que Núñez no está autorizado moralmente para ofrecer a Cruyff más de una temporada, la que le resta de mandato. El asunto económico no será obstáculo para alcanzar un acuerdo definitivo. El mayor problema se centra en que Cruyff ha solicitado plenos poderes. Quiere ser el único responsable de la parcela deportiva y una parte importante de la directiva, incluido Núñez, se niega a aceptar esta exigencia. "Ha llegado un momento", explicó ayer un buen amigo de Cruyff, "en que a Johan no le interesa ganar mucho dinero, sino tener mucho poder; es decir, él no tiene problemas económicos y menos teniendo detrás suyo 21 equipos más, entre ellos el Milán. Lo que ansía es hacer las cosas como quiere, sin impedimentos".

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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