Camarada millonario
Su padre y su madre fueron miembros del Comité Central del Partido Comunista, tiene un título por la universidad de Budapest (donde estaba cuando los tanques soviéticos reprimieron la sublevación popular de 1956) y es candidato de los comunistas de Akel a la presidencia de Chipre. Pero Georgios Vasiliu no es comunista. En realidad es un triunfante hombre de negocios, miembro M Consejo de Administración del Banco de Chipre y jefe de una empresa que asesora en cuestiones económicas a Gobiernos y grupos privados de Oriente Próximo, Golfo Pérsico, África oriental, Europa y Estados Unidos.Sólo en un país como Chipre, donde el sistema de libre empresa es un artículo de fe, puede darse la aparente paradoja, que no resulta tan extraña cuando se sabe que dirigentes de Akel son también empresarios y que el propio partido posee y administra varias compañías.
En los mítines de Vasiliu no hay apenas banderas rojas ni retórica antiimperialista. Ni siquiera se grita contra las dos bases británicas. Akel juega la baza del pragmatismo sin aspirar aparentemente a una porción grande de la futura tarta del poder.
No han faltado las reticencias en las filas comunistas, en momentos en que la vieja dirección, personificada en el anciano líder Ezekias Papaioanu, podría estar próxima a su relevo. Pero finalmente Akel ha puesto toda la carne en el asador, como demuestra el hecho de haber organizado la llegada de 1.500 estudiantes simpatizantes del partido, desde Europa del Este, para que pueda votar.
Vasiliu podría ser un presidente aceptable en Occidente, aunque habría que ver la actitud de Estados Unidos. Los análisis apuntan a que si se enfrenta a Clérides en la segunda vuelta tendría claras posibilidades de ganar. Con permiso de Kyprianu.
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