La delegación de la RFA, alojada en un burdel
EFE, La prensa alemana calificó ayer como un escándalo el hecho de que la delegación de funcionarios y deportistas germanos llegados a Calgary para participar en los Juegos Olímpicos de Invierno haya sido hospedada en un hotel habitado por prostitutas.
Los diarios de la RFA destacan que el equipo alemán se encuentra concentrado en el hotel York, de Calgary, cuya tercera planta es utilizada como burdel por el numeroso grupo de mujeres de vida alegre que reside habitualmente en el mismo.
El rotativo de Hamburgo Bild señala que en el Spotlight Club del mismo hotel cuesta cinco dólares (560 pesetas) el disfrutar de un strip-tease sobre la mesa del cliente, y otros 50 (5.600) el Hevarse a una de las chicas a la habitación.
Por su parte, el Express, de Colonia, informa que gran parte de los deportistas y funcionarios hospedados en principio en el York se ha mudado a otros lugares y que la mayoría ha sido acogida en casas privadas, ante la falta de plazas hoteleras.
El director deportivo de los patinadores sobre hielo alemanes, Peter Krick, comenta, por su parte: "Me es imposible dormir debido a la transmisión de señales, a base de golpes en los tubos de la calefacción, que producen las prostitutas en el tercer piso".
En declaraciones a la prensa alemana, Rene Stradler, entrenador del equipo de bobs, afirma: "Mi habitación estaba llena de toda clase de bichos".
El Bild publica asimismo unas declaraciones del director deportivo de la Federación Alemana de Hockey sobre Hielo, Helmut Batier: "Una marranada así no la he visto en la vida".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
