Los partidos vascos quieren ser protagonistas en la negociación sobre el futuro político de Euskadi

Los partidos vascos firmantes del pacto para la normalización y la pacificación de Euskadi no están dispuestos a ceder a ETA o a Herri Batasuna (HB) el protagonismo de la negociación sobre el futuro político del País Vasco. Los mensajes emitidos desde el pasado viernes, cuando se conoció en detalle la propuesta de tregua de la organización terrorista, parecen inequívocos en este sentido. Las dos principales fuerzas nacionalistas alineadas con el pacto de Ajuria Enea, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA), renovaron ayer su fidelidad a la estrategia común contenida en el acuerdo del 12 de enero

Para la Ejecutiva Nacional del PNV, el pacto de Ajuria Enea es el camino adecuado y necesario para conseguir la paz". Los nacionalistas de Xabier Arzalluz constatan la necesidad de proseguir los contactos con los restantes partidos con objeto de que el contenido del pacto se cumpla.El portavoz de la ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco, Joseba Eguibar, aseguró ayer que en el pacto de Ajuria Enea .se encuentran las claves de todo el proceso", y recordó que el acuerdo desplaza al Gobierno central la posibilidad de tratar con ETA Militar, pero reserva a los partidos la negociación sobre el futuro político.

Aún más explícitos se han mostrado los portavoces de EA, al rechazar abiertamente cualquier negociación excluyente entre el PSOE y HB al margen de las restantes formaciones vascas.

El presidente de Eusko Alkartasuna, Carlos Garaikoetxea, afirmaba en una conferencia de prensa celebrada en San Sebastián que el marco legal vigente es el del Estatuto, y cualquier modificación requiere la formación de una nueva mayoría.

"Todo lo demás", según el ex lehendakari, "serán conversaciones oficiosas, y, si hacen una buena aportación a la causa de la paz, no vamos a ser tan mezquinos como para obstaculizarlas, pero nada más".

Con los pronunciamientos de estos dos partidos parecen conjurados los temores de agrietamiento de la unidad que consagró el acuerdo de Ajuria Enea.

Los socialistas vascos, por boca de su vicesecretario general, Juan Manuel Eguiagaray, habían hecho un llamamiento el lunes por la noche para mantener la sintonía de puntos de vista tras la propuesta de ETA.

La organización terrorista tiene que demostrar en la práctica su voluntad de dejar de matar, según Eguiagaray, y Herri Batasuna, antes de que el PSOE acepte abordar con la coalición independentista un diálogo político, está obligada a pedir públicamente a ETA que abandone la violencia.

Nueva 'cumbre'

En los próximos días puede producirse una nueva cumbre de las formaciones políticas firmantes del pacto, que permita unificar criterios y reafirme la voluntad de los partidos de canalizar cualquier acuerdo político. La convocatoria sería efectuada por el presidente del Gobierno vasco, el peneuvista José Antonio Ardanza, aunque la reunión ha sido promovida por Euskadiko Ezkerra (EE).

El acuerdo de Ajuria Enea, en su punto 17, recoge la voluntad de los firmantes de "profundizar las vías que posibiliten la incorporación de quienes hoy no aceptan la voluntad mayoritaria del pueblo vasco", aunque esta intención no se ha traducido todavía en ninguna iniciativa. El principal compromiso operativo del acuerdo (el estudio en el Parlamento de Vitoria del alcance del pleno desarrollo del Estatuto de autonomía) se canalizará a través de la comisión institucional de la Cámara autónoma.

La fijación de los criterios de trabajo en esta comisión ha provocado algún roce entre el presidente del Parlamento, el socialista Jesús Eguiguren, y la dirección de EA. El primero cree que la comisión debe establecer criterios por unanimidad porque, si la mayoría nacionalista se impone al resto de los partidos, la comisión nacerá muerta.

Eusko Alkartasuna, en cambio, reivindica la posibilidad de que las discrepancias sean resueltas por mayoría y con carácter vinculante a efectos de desarrollo autonómico, y advierte que es ésta "la última oportunidad" para regenerar el Estatuto de Gernika. Si se frustra, el partido está dispuesto a plantear abiertamente su reforma.