Iglesias no se presentará a la reelección al frente del PCE

El secretario general del Partido Comunista de España (PCE), Gerardo Iglesias, no se presentará a la reelección en su cargo en el 121 congreso del partido, que se celebrará entre los próximos 19 y 21 de febrero, según informaron a este periódico diferentes y cualificadas fuentes del PCE. La cúpula dirigente comunista conocía la decisión de Iglesias desde el pasado 11 de enero, según las fuentes informantes. El secretario general del PCE pensaba hacer públicas sus intenciones en el comité central convocado para el próximo 11 de febrero, el último antes del congreso, aunque el hecho de que haya trascendido la noticia puede hacer que modifique la fecha del anuncio.

El portavoz del PCE, Juan Berga, consultado anoche por este periódico, señaló que "parece evidente que la única confirmación válida sobre los proyectos personales del secretario general del PCE es la que pueda proceder del propio Gerardo Iglesias, algo que no ha hecho".El portavoz comunista señaló que "a la dirección del PCE no le consta otra cosa que la afirmación de Iglesias en el último comité central en el que, tras recibir el apoyo de casi todo el comité, indicó que un grupo de dirigentes incluido él mismo se ofrecían para continuar en la dirección del partido si el congreso lo aceptaba. El secretario general y el partido sólo están preocupados por lograr una dirección coherente y a eso está dedicando sus esfuerzos Iglesias".

Estas aflirmaciones, según las fuentes consultadas, no implican que Gerardo Iglesias deje de pertenecer tras el congreso a la dirección comunista.

Iglesias comunicó a la cúpula del partido tras la reunión del comité central del pasado día 11 su deseo de no acudir a la reelección en el cargo, si bien seguiría siendo secretario general hasta el congreso.

Anguita, candidato

El líder comunista añadió entonces su disposición a abrir un período de consultas con los dirígentes del PCE y a ayudar a la búsqueda de su sustituto en el cargo. Iglesias propuso al vicesecretario general, Nicolás Sartorius, y al dirigente comunista andaluz Julio Anguíta que fuesen sus sucesores, a lo que ambos se negaron.La alternativa que Iglesias pensaba proponer al comité central de su partido comprendía tres puntos: el nombre de Francisco Frutos, actual secretario del área económica del partido, como su sustituto; la formación de una dirección colegiada en la coalición Izquierda Unida (IU); y que en la próximas elecciones legislativas el candidato de IU a la presidencia del Gobierno fuese Julio Anguita. En la dirección colegiada de la coalición se integrarían, el propio Iglesias además de Anguita, Sartorius, independientes y representantes de los demás partidos coaligados.

El nombre de Francisco Frutos como sucesor de Iglesias fue propuesto por vez primera, siempre según las fuentes informantes, por el secretario general del Partido Comunista de Andalucía (PCA), Felipe Alcaraz.

La alternativa fue consultada por Iglesias con la cúpula de su partido en dos ocasiones los pasados días 13 y 21 y contó con el apoyo tanto de los hombres del partido en Andalucía, ligados todos a Anguita, como de Sartorius y los sindicalistas de Comisiones Obreras.

Sin embargo, en los últimos días esta transición ha encontrado resistencias en diversos sectores del PCE. Las fuentes informantes señalan que las principales resistencias provienen de los comunistas catalanes del PSUC, partido del que Frutos fue secretario general entre enero de 1981 y marzo de 1982, durante la etapa leninista. El PSUC aprobó el pasado domingo en su conferencia nacional defender en el 122 Congreso que no debe aprobarse un modelo único de unidad de los comunistas y tampoco un proceso único de articulación de una alternativa de izquierdas, enmendando las propuestas elaboradas por la dirección del PCE.

Fuentes del PSUC indicaron ayer que este partido no tiene especíal interés en una unidad con el PCC -los comunistas catalanes ligados al PCPE de Ignacio Gallego- dadas las posiciones "excesivamente ancladas en el pasado" que representan. Estas fuentes confían, no obstante, en que si se produce la unidad comunista en el resto de España, podría darse una escisión en el PCC y que parte de sus miembros se integraran en el PSUC.

A estas resistencias al nombre de Frutos -quien tampoco parece muy dispuesto personalmente a hacerse cargo de la secretaría general del PCE- habría que añadir un replanteamiento en sus posiciones de los dirigentes andaluces que, al parecer, estarían reconsiderando su apoyo a la transición inicialmente acordada.

El plan concebido por Iglesias y sus colaboradores puede variar sustancialmente en los días que restan hasta el congreso una vezque ha trascendido públicamente.

La decisión de Iglesias estaría motivada entre otras razones, según las fuentes informantes, por el golpe que para él supuso personal y políticamente la dimisión de Enrique Curiel, anunciada a mediados del pasado diciembre, como vicesecretario general y miembro de la ejecutiva del PCE, lo que ponía en precario el liderazgo del secretario general "cuando apenas una semana antes Iglesias planteó en una reunión de la ejecutiva si alguien se oponía a su permanencia en el cargo y nadie se pronunció en contra".

El diputado de IU por Asturias, Manuel García Fonseca, amigo de Iglesias desde hace años, declaró ayer que desconocía las intenciones del secretario general, aunque reconoció que "los ataques" sufridos en las pasadas semanas desmoralizaríana cualquier persona. A pesar de estas declaraciones había coincidencia en señalar privadamente que Iglesias pasó en los últimos días una etapa de gran abatimiento y que en algunos momentos pensó seriamente en dimitir.

Numerosos dirigentes del PCE tenían previsto dejar a voluntad de Iglesias, la decisión de dimitir o no de su cargo antes del congreso aunque en ningún caso pedirían su renuncia.

Las fuentes informantes afirmaron que el resultado del congreso de febrero no será provisional, dado que del mismo saldrá una dirección amplia del PCE, en la que estará Iglesias, que llevará adelante el proceso de unidad de los comunistas y el fortalecimiento de IU.

La nueva dirección del partido que se espera surja del congreso "trabajará colegiada y corresponsablemente" y tendrá que llevar adelante la tarea "de avanzar en la unidad orgánica de los comunistas y consolidar Izquierda Unida", según las fuentes consultadas.