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Fuerte crecimiento del nivel de reservas de divisas, que han aumentado en 2.000 millones de dólares en diciembre y enero

Las reservas de divisas han aumentado en una cifra cercana a los 2.000 millones de dólares durante el pasado mes de diciembre y en los días que van transcurridos de enero, lo que está planteando de nuevo la necesidad de que se produzca una reducción de los tipos de interés para frenar la entrada de divisas.En el pasado mes de diciembre las reservas aumentaron en una cifra cercana a los 800 millones de (dólares, aumento importante si se tiene en cuenta, además, que tradicionalmente ese mes ha venido reflejando una salida de divisas, y en las tres primeras semanas de enero el aumento de las reservas ha sido superior a los 1.000 millones de dólares.

La fuerte entrada de divisas, debida según los cálculos provisionales al regreso de capitales procedentes del exterior que buscan refugio en la economía española ante la caída del dólar en los mercados internacionales, vuelve a proporcionar elementos de intranquilidad en los operadores de los mercados financieros. La economía española, por mucho que se intente, no puede neutralizar en las condiciones actuales entradas netas de capital de este tamaño.

La mayor parte de los expertos del sistema financiero considera que la nueva afluencia de divisas procedentes del exterior, neutralizadas en el mes de noviembre como consecuencia de la crisis bursátil que provocó realizaciones de inversiones anteriores para compensar pérdidas en los mercados internacionales de valores, no hace sino provocar tensiones en el tipo de cambio de la peseta que no favorecen a la situación económica.

Alternativas

En medios financieros se señala que en la actual situación sólo caben dos formas de actuar: o bien revaluar la peseta hasta niveles suficientemente altos que hagan imposible que esta moneda se convierta en valor refugio, o bien rebajar los tipos de interés hasta que se coloquen en unas tasas que hagan poco atractivo invertir en títulos en pesetas para los extranjeros. En cualquier caso, se señala, las autoridades españolas tendrán que tomar una decisión de forma rápida para seguir evitando jugadas especulativas con garantías de éxito total.Cualquiera de estas dos alternativas provoca problemas para el conjunto de la economía española que, en definitiva, son los que impiden actuaciones decididas. Si se optara por revaluar la peseta hasta que se hiciera ineficaz el juego a favor de la revaluación, no sólo se produciría una salida neta de divisas que podría ser superior a las entradas llevadas a cabo hasta ahora, sino que dificultaría enormemente la futura evolución del comercio exterior español, al aumentar las importaciones y disminuir las exportaciones por el nuevo tipo de cambio. En unos momentos en los que la demanda interna de la economía -consumo privado ypúblico e inversión- tienden a crecer a tasas muy elevadas y en ningún caso absorbibles por la producción interna, cualquier movimiento de apreciación de la peseta provocaría crecimientos mayores de las importaciones que no harían sino desequilibrar aún más el déficit de la balanza comercial.

Bajar los tipos

La segunda posibilidad, bajar los tipos de interés para evitar las entradas de dinero caliente, tropieza, entre otros, con los inconvenientes derivados de la aplicación de la política monetaria y del nivel de déficit público, que exige fuertes emisiones de deuda pública para refinanciar los vencimientos de este año y las nuevas necesidades de fondos para este año.Además hay que tener en cuenta el conjugar la necesidad de caminar hacia el objetivo de inflación de este año, centrado en el 3%, un 40% menos que en el año anterior.

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