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El Gobierno francés reinicia la privatización con la empresa Matra

Lluís Bassets

Matra, una de las principales empresas francesas de armamento y de construcción de satélites, pondrá el 20% de sus acciones a la venta pública mañana tres meses después de la congelación de las privatizaciones del Gobierno conservador. El ministro de Economía, Édouard Balladur, fijará hoy el precio de la acción y decidirá a qué empresas se adjudicará otro 22% del capital, que permitírá la creación del nucleo de control.

Matra estaba controlada por el Estado, que poseía el 51 por ciento de las acciones. Su patrón, Jean-Luc Lagardère, del grupo Hachette-Filipacchi, había mostrado su decepción el pasado 22 de octubre cuando el gobierno decidió aplazar la privatización, ante las difíciles condiciones creadas por el crash bursátil.El ministro Balladur se había negado a aceptar reiteradamente la necesidad de congelar su programa de privatizaciones y hablé en todo momento de una pausa de orden técnico originada por la caída de los mercados bursátiles. La rapidez del anuncio ayer de la privatización de Matra, que se efectuará durante seis días a partir de mañana, está directamente relacionada con las nuevas cifras del déficit comercial norteamericano y con el nuevo impulso a las cotizaciones bursátiles.

Volver a empezar

La rapidez de la operación no ha obligado ni tan sólo a una suspensión de la cotización en bolsa, como es habitual en las privatizaciones, bastando la pausa del fin de semana para la preparación del dispositivo técnico. El viernes Matra cotizó su acción a 1.465 francos, precio ligeramente superior al que debe fijar hoy el ministro de Ecomomía para la venta al público. ,El número de títulos que sepondrá a la venta es 3,7 millones, por lo que la operación se elevará a 450 millones de francos, cantidades todas ellas simbólicas si se compara con las de otras privatizaciones mucho más elevadas.

La privatización de Matra, a tres meses de la elección de presidente de la República, significa también una opción política. La oposición socialista, muy prudente por regla general a la hora de propugnar renacionalizaciones, aseguró con la crisis bursátil que todas las empresas que fueran privatizadas a partir de aquel momento regresarían a manos públicas en caso de victoria electoral.

La crisis, en la que millones de pequeños accionistas perdieron o vieron devaluados sus ahorros, se convirtió también en una baza electoral, especialmente desfavorable para los neogaullistas del RPR (Asamblea para la República), al que pertenecen tanto el primer ministro Jacques Chirac como su número dos, el ministro de Economía Édouard Balladur.

Aunque no tendrá las características previstas en la privatización inicial en octubre -no habrá ampliación de capital-, la oferta pública de acciones de Matra a partir de mañana es por tanto el símbolo del mantenimiento y de las relativas esperanzas de éxito de la política desarrollada en los dos últimos años.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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