Comedia de buena especie

Mamá nos complica la vida es una deliciosa comedia de Vincente Minnelli, dirigida en 1958. Sus cinco películas inmediatamente anteriores -cogiendo un número al azar- son Kismet, El loco de pelo rojo, Té y simpatía, Mi desconfiada esposa y Gigí, y las cinco posteriores, Como un torrente, Con él llegó el escándalo, The bells are ringing, Los cuatro jinetes del apocalipsis y Dos semanas en otra ciudad. Con estos datos enciclopédicos en su mano, el aficionado ya se hará una idea de en qué momento de delirio, madurez, color y personal estilización se hallaba la filmografia, el arte de Minnelli cuando rodó Mamá nos complica la vida, un momento sublime tanto para la comedia, el musical o el melodrama. No se cuenta, sin embargo, esta obra entre las mejores del cineasta, pero es puramente minnelliana, virtuosa, bien engrasada y sumamente divertida, además de proponer, en broma, lo que años antes, en Madame Bovapy, ya propuso en serio: una despiadada crítica a la alta sociedad, a sus costumbres y a sus intransigencias. A su moral encopetada.De Mamá nos complica la vida debemos aplaudir calurosamente a sus dos protagonistas y sacar los dientes de nuevo ante los que van detrás.

Por lo que hace a Los comediantes, nada más lejos de la comedia pese al título, pues se trata de una inédita, y no excesivamente afortunada, adaptación de un texto de Graham Greene, muy crítico de los sistemas dictatoriales, que, de agradecerse, se agradece por su copioso reparto: el Burton y la Taylor, Alec Guinness, Lillian Gish, Peter Ustinov, James Earl Jones...