El secretario de finanzas del PSOE valenciano constituyó una empresa con bienes embargados

Simutrans, una de las empresas controladas por el secretario de finanzas del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE), José Manuel Rivas, se constituyó en abril de 1985 con la aportación de numerosos bienes muebles e inmuebles, de los que la mayor parte estaban embargados o en proceso de embargo. En el acta de constitución de la compañía, con referencia a esas propiedades, entre las que figuran camiones y fincas, se señala: "Libres todos los bienes de gravámenes, según aseguran sus respectivos propietarios".

Simutrans se constituyó el 17 de abril de 1985 sobre las cenizas de Mudanzas Signes, empresa que estaba hundida y cuyo propietario, Francisco Signes, que figura como miembro de la nueva sociedad, aporta una serie de bienes, entre fincas rústicas y urbanas, camiones, remolques y otros vehículos, cuya propiedad se reparte entre los socios de Simutrans. Uno de éstos es el propio José Manuel Rivas, secretario de finanzas del PSIV desde 1980, cargo al que acumuló la gerencia del partido desde el IV Congreso del PSIV, celebrado en Alicante en 1985.Especialmente desde que accedió a la condición de gerente del partido, Rivas, conocido por sus compañeros como Manolo Rivas o El Marsellés, ha promovido varias empresas, entre ellas alguna de televisión por cable (véase EL PAÍS del 6 de diciembre pasado). La comisión ejecutiva del PSPV señaló de manera oficial que los negocios de Rivas tienen carácter particular y no se trata de empresas paralelas del partido. En el caso de Simutrans, se trata de una antigua empresa, Transportes Signes, reflotada con otro nombre y con control de Rivas, quien posee acciones por valor de 12.863.000 pesetas, sobre un capital social de 80 millones de pesetas.

En el acta de constitución de Simutrans figura la aportación de un vehículo Land Rover, 23 camiones, 28 remolques y una elevadora, todo ello sorprendentemente valorado en sólo 13 millones de pesetas, según consta en la escritura. Además hay cinco propiedades de huerta en Valencia, plazas de aparcamiento y locales comerciales en el edificio situado en la céntrica calle de Colón, de Valencia, un local comercial y una parcela en Madrid, además de unos locales en la calle de San Pío V, en la capital valenciana. Todo ello se valora también muy a la baja en 31 millones de pesetas.

Tanto el Banco Español de Crédito como la Sociedad Importadora de Camiones y Automóviles (Saica) tenían embargados o en proceso de embargo al menos una parte importante de estos bienes, como las propiedades en el edificio de la calle de Colón y varias fincas rurales de Valencia, al haber iniciado procedimientos judiciales contra Francisco Signes por impago de deudas, según consta en documentos judiciales y mercantiles a los que ha tenido acceso este periódico. Una vez constituida la sociedad, las deudas fueron pagadas en breve plazo y los embargos se levantaron.

Cuando se produce la constitución de la nueva sociedad, en la que la propiedad de los bienes se divide entre los accionistas -incluido Rivas y antiguos trabajadores de Signes a los que se adeudaban salarios-, de manera simultánea se otorga un poder notarial de apoderamiento en favor de José Adolfo Balaguer Sierra, militante del PSPV, persona muy próxima a Rivas y socio de General Investing Company, SA (Geinco).

En esta sociedad, promovida por Rivas, pese a que no consta como accionista, el secretario de finanzas del PSPV es apoderado con plenas facultades para hacer y deshacer en su nombre.

Respecto de Simutrans, Balaguer está autorizado por el poder notarial que se le otorgó a "resolver todos los negocios y asuntos que directa o indirectamente se relacionen con el giro o tráfico de la empresa", así como "respresentar a la sociedad en toda clase de negocios".

Pocos días después de la constitución de Simutrans, una vez que en la práctica cambiaron de manos las propiedades de la antigua Transportes Signes, los embargos y los procesos de embargo comienzan a levantarse al desistir los acreedores de las acciones judiciales al parecer, por haber cobrado.