Sabrina,
cantante italiana que ha causado estragos en nuestro país por su grandioso cuerpo, y Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, disputaron ayer una partida del juego Trivial Pursuil en el programa Mediodía, de la cadena SER, presentado por Andrés Caparrós. La cantante, cuya presencia en la madrileña calle de Gran Vía provocó un enorme revuelo, ganó la partida al presidente rojiblanco, quien se disculpó afirmando que "ante tal monumento se me ha quedado la mente en blanco". Un grupo de taxistas obsequió a Sabrina, vestida con camiseta y pantalones negros tremendamente ceñidos, con una rosa blanca y otra roja. Gil prometió pagar 5.000 pesetas por cada rosa y al final tan caballeroso detalle le salió por 230.000 pesetas
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