La expedición científica española a la Antártida ha quedado aislada
La expedición científica española que hace tres días instaló una base permanente en la isla antártica de Livingston se halla momentáneamente aislada, según declaró el vicepresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Javier López Facal: "La comunicación es muy difícil y hemos perdido el contacto. De momento están aislados"."El único aeropuerto que hay en la zona se encuentra en la isla del Rey Jorge, y éste ha sido cerrado hasta febrero", añadió López Facal. "De cualquier forma, esperamos que en horas o días podamos recobrar la comunicación". López Facal habló por radio desde su domicilio con Josefina Castelví, uno de los miembros de esta expedición, en la madrugada del día 11. El ánimo de los expedicionarios, reflejado por la investigadora, era de cansancio y excitación.
Con la clausura momentánea del aeropuerto de la isla del Rey Jorge se ha presentado un problema, y es que dos ingenieros finlandeses que han colaborado en el montaje de la estación científica española también han quedado aislados en Livingston. López Facal ha asegurado que se está intentando sacarlos de la isla en barco o en helicóptero.
La isla del Rey Jorge es la más septentrional y la isla de Livingston la más meridional del archipiélago de las Shetland del Sur. Cerca de la última se encuentra una pequeña isla, Greenwich, donde está instalada una base militar chilena, que en caso de necesidad puede prestar alguna ayuda a la base española. La estación científica Juan Carlos I es el único asentamiento humano que existe en la isla de Livingston.
80 millones
El equipo español está integrado por los científicos del CSIC Antoni Ballester, Josefina Castelví, Mario Manrique, Juan Comas y Juan Rovira, que junto al teniente coronel Jaime Rives y dos personas de mantenimiento, componen el grueso de la expedición. Este grupo estará en la base hasta mediados de febrero, fecha en que serán relevados por científicos de una nueva expedición auspiciada por el Ministerio de Defensa.La instalación de la base Juan Carlos I ha costado 80 millones de pesetas, financiados por los ministerios de Exteriores, Defensa y el CSIC. La base es isotérmica y modular, y sus paredes son una mezcla de acero y aglomerado de madera y poliuretano. Tiene dos cocinas y ocho camas y en ella caben unas diez personas. Más adelante es posible que se amplíe la superficie de la base. En estos momentos la expedición que se encuentra en ella dispone de alimentos para unos tres meses.
Con esta acción nuestro país espera integrarse de pleno derecho en el Tratado Antártico. Para ello era necesario que España estuviera representada de forma permanente en la Antártida y desarrollara una labor científica.
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