Despedida de librero

Le agradecería que me publicara esta carta para que me sirva de despedida para todos aquellos estudiantes que en los años difíciles estudiaron con mis libros que sirvieron de tesis en sus respectivas carreras.Soy el librero de Argüelles (creo que me conozca); llevo puesto en la calle de la Princesa, frente al número 69 (en un tenderete); empecé el año 1952 vendiendo libros de Plaza y Janés, Cuadernos para el Diálogo, Alianza Editorial y Ayuso, etcétera.

Más tarde, por el año 1955, llegaron libros de Latinoamérica y empezaron a conocer a los grandes de la literatura, ensayo y poesía.

Cito un largo etcétera: Anatole France, Simone de Beauvoir y su compañero Sartre, André Gide, Carlos Marx, Federico Engels, Paulo Freire, Marta Harnecker, Henry Lefévre, Pierre Vilar, Alberto Moravia, Vicente Aleixandre, Pedro Salinas.

Españoles: Miguel de Unamuno, Valle-Inclán, Miguel Hernández, García Lorca, Carlos Castilla del Pino, Carmen Conde, Quevedo, León Felipe, Blas de Otero, Juan Ramón Jiménez, Raúl Sender, Pío Baroja, hermanos Machado, Cela, Vázquez Montalbán, Paco Umbral, Coll, Gala y Juan Luis Cebrián (La rusa la agoté cuando se llevó al cine). Ah, se me olvidaba, don Manuel Fraga y también el viejo profesor, y Aranguren, y algunos más que vendía menos.

Latinoamericanos: Octavio Paz, Pablo Neruda, Cabrera Infante, Nicolás Guillén, García Márquez, Cortázar, Fidel Castro y algunos más que no recuerdo.

Al margen cito las obras que más vendí (se me olvidan otras que tuvieron menos éxito): El diccionario secreto (Cela), El eurocomunismo (Carrillo), La antología (Lorca), Antología rota (León Felipe), Platero y yo (Juan Ramón Jiménez), Réquiem por un campesino español, El manifiesto de Marx español (Sender), Cien años de soledad (García Márquez), La isla de los pingüinos (Anatole France), La alienación de la mujer (C. C. del Pino), Los grandes cementerios bajo la luna (Bernanos), La náusea (Sartre), Segundo sexo (Simone de Beauvoir), Historia de España (Pierre Vilar), Veinte poemas de amor y una canción desesperada (Neruda), El rayo que no cesa (Miguel Hernández), Rayuela (Cortázar), Arte de amar (Erich Fromm), Memorias de un amante sarnoso (Groucho Marx), Miedo a la libertad, Marxismo (Lefèvre).

Vaya esta carta como despedida para todos mis clientes, que hoy son figuras en sus respectivas carreras; hoy, algunos, hasta ministrables.

Adiós, hasta siempre, siempre; me retiro porque estoy enfermo y lisiado (sin arreglo).- Manuel Gómez de Travesedo Díaz.