Abandona España el presunto jefe de la secta Edelweis para no comparecer ante los tribunales

Eduardo González Arenas, conocido como Eddy, presunto jefe de la secta paramilitar Edelweis, huyó de España hace aproximadamente un mes o mes y medio, según confirmaron ayer fuentes judiciales. El fugado, que se hallaba actualmente en libertad provisional, parece que se ha dirigido a Suramérica, y a haberse refugiado en Brasil con objeto de evitar tener que comparecer en el juicio que dentro de unos meses estaba previsto celebrar contra él por supuesta corrupción de menores.

Eddy, que habitualmente residía en Ibiza, tenía que presentarse los días 1 y 15 de cada mes en el Juzgado de Instrucción número 2 de la capital de la isla. Desde que salió en libertad provisional por haber cumplido en prisión preventiva el tiempo máximo previsto por la ley, González Arenas había cumplido con este trámite.El supuesto jefe de Edelweis dejó de presentarse ante la autoridad judicial a mediados del pasado octubre y al parecer desde entonces no ha estado sometido a ningún tipo de control. Tales indicios vienen a confirmar las sospechas de que dicho individuo puede haber salido de España de forma ilegal.

Fuentes próximas a González Arenas manifestaron que éste había comentado hace meses que estaba pensando abandonar nuestro país para no tener que hacer frente a las responsabilidades que le imputaba la policía y la justicia. Los mismos medios indicaron que Eddy se mostró muy inquieto en torno a la pasada primavera y que, incluso, llegó a dejar entrever que planeaba hacerse con un carné falso con el que posteriormente obtener un pasaporte aparentemente legal. Esta táctica es muy similar a la empleada por Javier Anastasio de Espona, supuestamente implicado en el asesinato de los marqueses de Urquijo, así como por otros procesados que decidieron poner tierra de por medio.

Hasta el momento no existe ninguna orden de busca y captura contra Eduardo González Arenas, según informaron fuentes policiales. No obstante, parece que la autoridad judicial ha iniciado ya diligencias para tratar de confirmar la fuga del procesado, en cuyo caso es posible que en breve se oficie a la policía para que proceda a su localización y detención.

Juan Manuel Ayala Cavero, abogado del presunto fugitivo, declaró anoche a EL PAÍS que "yo hace tiempo que no hablo con mi cliente. Creo que la última vez que tuve noticias suyas fue antes del inicio de las fiestas e Navidad, pero no puedo concretar más". Según el citado letrado, él tenía hasta ahora contactos muy esporádicos con González Arenas, debido a que éste tenía domicilio en Ibiza y que el abogado tiene su despacho profesional en Madrid. "No puedo decir si mi cliente ha huido o no. Es algo que desconozco totalmente", añadió.

Contra lo que viene siendo habitual en otros casos similares, el nuevo fugitivo no ha dejado ninguna carta de despedida o escrito en el que razone las motivaciones de su decisión.

El caso de Eddy estaba ahora mismo en el Tribunal Supremo, que debería decidir si González Arenas era juzgado por la Audiencia Nacional o la Audiencia Provincial de Madrid, por lo que la resolución podía haber tardado aún varios meses.

Edelweis fue creada en Madrid en el año 1971, cuando su fundador González Arenas se había separado de su mujer, y se desarrolló dentro de la organización Boinas Verdes formada por él mismo al año siguiente. González Arenas captaba a los adolescentes en bares y cafeterías, les aseguraba que el fin de la Tierra estaba cerca y que él era originario de un planeta llamado Nazar. Con una gran capacidad para convencer a los jóvenes, les aseguraba que si seguían sus directrices alcanzarían una superioridad intelectual. La regla de oro de la organización era el secreto de cuanto hicieran dentro de ella.

La amistad exclusiva entre chicos del mismo sexo era fomentada junto a la idea de la camaradería y las relaciones homosexuales. Todo ello facilitaría a los seguidores del grupo la entrada en el antedicho planeta Nazar. Una vez iniciados los muchachos en la ideología de Edelweis, su jefe, González Arenas, amenazaba de muerte a quienes rompiesen el secreto.