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GENTE

La 'boda del año' madrugó en 1988

Isabel Preysler, de 36 años, y Miguel Boyer, presidente del Banco Exterior de España, de 48 años, contrajeron matrimonio civil ayer por la mañana en Madrid sin la presencia de ninguno de sus familiares.

La novia llevaba un traje corto gris marengo adornado con visón marrón y unos pendientes con una floresta de brillantes que acababa con una gran perla en forma de lágrima. El ex ministro vestía un traje oscuro rayado y una corbata roja y azul.

Tres minutos después de las nueve de la mañana, un Mercedes negro equipado con teléfono y con chófer llegaba a los juzgados de la calle de Pradillo, en Madrid.

De él salieron los novios para recibir el libro de familia que los identifica, a partir de ahora, como señores de Boyer. Un agente judicial impedía el paso a la sala a los escasos periodistas que trataban de recoger con sus cámaras el esperado acontecimiento. Las sospechas las había levantado una maquilladora que había visitado la casa del nuevo matrimonio a las siete de la mañana.'

Ayer, sábado, los juzgados de matrimonio de Madrid abrieron excepcionalmente sus puertas para celebrar la boda Preysler-Boyer con la discreción deseada por los contrayentes.

José María Ferrer de la Puente, uno de los cinco magistrados de este registro, les casó. Actuaron como testigos Margarita Vega Penichet y el abogado José María, Amusátegui de la Cierva, que llegó a bordo de un Opel Senator.

Después de 15 minutos salían los recién casados. Ella, sonriendo dulcemente, contestó con un suave sí a la pregunta de si iban a celebrar una fiesta, cuestión a la que él se apresuró a responder con un no fuerte y seco. Posaron durante unos segundos antes de introducirse de nuevo en el automóvil. Boyer se sentó al volante, e Isabel, en el asiento contiguo, mientras el chófer viajó en el asiento trasero.

Los nervios del recién casado causaron desperfectos en la carrocería del vehículo, que rozó chirriando con el muro de la puerta del chalé madrileño más visitado por la Prensa. Después, nada; sólo guardaespaldas y periodistas merodeando en la calle. Según palabras de Isabel Preysler, que desde hace unos años ocupa semanalmente espacios en las revistas españolas, esta boda se celebraba con la intención de que "fuera lo más discreta posible".

Ella se había casado de blanco a los 20 años con Julio Iglesias; con 29 años volvió a contraer matrimonio canónico, vestida de salmón, con Carlos Falcó, marqués de Griñón, y ayer, mes y medio antes de cumplir 37, se casó de gris con Miguel Boyer, a quien se unió sin papeles después de que éste dimitiera como ministro de Economía y Hacienda, en 1985.

Boyer estuvo casado hasta esa fecha con la ginecóloga Elena Arnedo, con quien tiene dos hijos. Preysler tiene tres hijos, Chabeli, Julio José y Enrique, de su matrimonio con Julio Iglesias, y una niña, Tamara, de su matrimonio con Carlos Falcó.

El nuevo matrimonio tiene intención de quedarse en Madrid pasando "un día normal".

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