Un ex sargento asesina a 16 personas en un pueblo de Estados Unidos
Gene Simmons, un fornido y barbudo sargento retirado del Ejército del Aire, de 47 años, ha aprovechado las Navidades para acabar metódicamente con la vida de 16 personas, mientras el resto de los norteamericanos se dedicaba al tradicional desenfreno consumista. Ayer se encontraron nueve cadáveres más, que arrojan un balance, se cree que definitivo de 16 víctimas. Catorce de ellas eran, al parecer, familiares del asesino.
Y todo esto por culpa de una mujer que no se rindió ante las propuestas sexuales del ex sargento, según la policía de Russellville, la pequeña localidad de Arkansas, en el sur del país, que ha servido de marco para este crimen múltiple.Las víctimas de Simmons se han ido acumulando en una trágica pila desde que el lunes la policía detuviera a Simmons, con dos revólveres del calibre 22 humeantes que acababa de utilizar para matar a dos personas, una de ellas su amor imposible.
Simmons se echó a la calle de Russellville, un pueblo situado en la montañas Ozark, una de las regiones más pobres de EEUU, el lunes por la mañana y recorrió varias tiendas y negocios -en todos ellos había trabajado anteriormente- pegando tiros. Resultado: dos muertos, uno Kathy Kendrick, 24 años, que trabajó con el asesino el pasado año en una empresa de camiones y que pagaba así su resistencia a los avances sexuales de Simmons. La había ido a buscar a la oficina de un abogado con el que trabajaba como secretaria.El ex militar, que el pasado día 18 se despidió de su empleo en un almacén porque ganaba poco, hirió a otras cuatro personas antes de rendirse sin resistencia y entregar sus armas.Macabra escenaLa policía acudió a su casa, una caravana aparcada en el bosque, en Dover, a 25 kilómetros de Russellville, y encontró una macabra escena de Navidad.
Bajo un árbol con las luces encendidas y los regalos colocados sin abrir alrededor, se encontraron los cadáveres de cinco miembros de su familia. Su hijo, su hija, sus respectivos cónyuges y un nieto del homicida. Los cuatro adultos tenían un tiro en la cabeza y, al parecer, el niño, pereció asfixiado. Los cuerpos estaban cubiertos por mantas.
El crimen múltiple debió de producirse el sábado. "Oímos algunos disparos", ha contado un vecino, pero no acudimos porque Simmons tiene una señal de No pasar junto a su casa. Pero tras el macabro hallazgo aún seguían desaparecidos la mujer de Simmons y ocho de sus hijos y nietos.
Ayer por la mañana la policía encontró otros siete cadáveres en una tumba poco profunda cerca de la casa del ex sargento y otros dos en el portamaletas de un coche aparcado junto a su casa móvil. Estos dos últimos son los cuerpos de dos niños. Los otros siete se encontraron a 50 metros.
La policía cree que las víctimas son el resto que faltaba de la familia de Simmons que entra así en la triste historia de los anales de los crímenes múltiples.
De momento, Simmons ha sido acusado formalmente sólo de dos cargos de asesinato por las víctimas del lunes y ha ingresado en la cárcel, sin fianza, por orden del juez John Patterson, del condado de Pope. Pero todo indica que los 16 cadáveres le pertenecen.
Este crimen es el más sangriento de esta década en EE UU tras la matanza de 20 personas, en junio de 1984, en una hamburguesería de California por disparos de un desequilibrado.
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