Un sector del PCE quiere aplazar un año la sustitución de Gerardo Iglesias como secretario general
Un sector importante del PCE procurará que en el próximo congreso del un de febrero no se discuta la cuestión del liderazgo sino que la renovación en la secretaría general se produzca meses después en un congreso extraordinario, cuando hipotéticamente se haya conseguido la unidad de los comunistas e Izquierda Unida haya conseguido una estructura organizativa propia, sin el paraguas del PCE. El actual secretario general del PCE, Gerardo Iglesias, conoce estas intenciones e intentará llegar fortalecido a ese congreso, mientras que las personas cercanas a Enrique Curiel creen que el cambio, si lo hay, debe producirse en esa asamblea.
La tesis del congreso extraordinario es bien acogida por el vicesecretario general del PCE, Nicolás Sartorius, para quien en estos momentos es absurdo hablar de personas. La unidad de los comunistas y el fortalecimiento de Izquierda Unida son los dos asuntos en los que el PCE debe volcarse. Un colaborador de Sartorius afirmó que "si las cosas van bien se puede celebrar antes de un año un congreso extraordinario en el que la guinda sería la elección de un secretario general".Entretanto, dirigentes del aparato de Madrid aseguran que Gerardo Iglesias es consciente de que la idea del congreso extraordinario está muy extendida, y la duda es si aceptará seguir en el puesto después del congreso de febrero, a sabiendas de que la crisis no se cierra sino que se le conceden "unos meses más de interino".
Enrique Curiel no es partidario de esta solución sino que quiere provocar en el próximo congreso un debate abierto "para que los delegados digan realmente lo que piensen", afirmó una persona del entorno del vicesecretario general dimitido. Este portavoz puso de manifiesto que tras la dimisión de Curiel se han puesto a hablar personas que antes no lo hacían, como es el caso de Anguita (Andalucía) y Rafael Ribó (Cataluña), y prevé más voces en los próximos días, "aunque sean críticas para Curiel".
No hay en estos momentos un frente común contra Iglesias, dado que las posibles personas susceptibles de suceder al actual secretario general formulan diferentes soluciones para el partido y ninguno despierta en los demás adhesiones entusiastas. En la teoría, todos están a favor de lograr la unidad de los comunistas y de fortalecer Izquierda Unida; la discrepancia viene por los métodos de cómo llevarla a efecto. Un colaborador de Enrique Curiel considera que "sólo un secretario general con autoridad política es capaz de integrar a Ignacio Gallego y a Santiago Carrillo y colocarles en su sitio". Según este portavoz, si Carrillo vuelve al partido, "Gallego vendrá solo". Por otra parte, este mismo portavoz calificó de "insidias perversas" las voces que auguran a Curiel su próximo paso al PSOE.
Silencio de Curiel
El diputado Enrique Curiel guarda un absoluto silencio, y sus colaboradores le aconsejarán que así continúe hasta el congreso. "Iglesias quiere que en un próximo comité central de enero Curiel hable y se enfrenten, pero Curiel no debe entrar en esa dinámica sino que en el congreso haga ante los delegados las reflexiones precisas y que todos se pronuncien".Este portavoz asegura que Curiel ha vivido durante el último año un "verdadero acoso" por parte de la dirección del PCE. Entretanto, colaboradores de Iglesias aseguran que fue él quien se alejó de las responsabilidades de su cargo. Esta acusación de no participación en los trabajos del partido la extienden los colaboradores de Iglesias a otros dirigentes del partido.
Gerardo Iglesias convocará para los primeros días del año una reunión del comité ejecutivo seguida de un comité central en el que pedirá que todos hablen con claridad e incluso que se pronuncien sobre su persona.
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