Los militares que no pasaron por academias se consideran discriminados en los ascensos

Los militares del Ejército que no proceden de las academias militares se consideran "discriminados, despreciados y marginados". Así lo han comunicado en numerosos escritos a sus mandos y al ministro de Defensa. Se trata de 10.000 oficiales y suboficiales de las llamadas escalas a extinguir, como las escalas auxiliares y los cuerpos de suboficiales.

Muchos de los afectados también han acudido a los tribunales de justicia. El malestar del colectivo parte de 1981, cuando se aprobó una ley sobre ascensos, en cuya disposición transitoria cuarta se declaraban a extinguir 27 de las 91 escalas o cuerpos que hoy existen en Tierra, y que en muchos casos se rigen por normas distintas para los ascensos. Las declaradas a extinguir fueron precisamente las escalas integradas por personas no procedentes de las academias militares y que, en la mayoría de los casos, están en el Ejército porque en su día decidieron reengancharse tras cumplir la mili.La mayoría de ellos tuvo que realizar cursos de especialización -electrónica, mecánica, radar o sistemas de armas, por ejemplo- y otros necesarios para optar a nuevos ascensos.

La citada ley de 1981 fijó, para los militares procedentes de las academias, un plazo máximo y otro mínimo para permanecer en cada grado, de forma que cada ascenso debía producirse entre esos plazos. Así, todos ellos tienen hoy asegurados los ascensos al menos hasta coronel, con independencia de que existan o no vacantes en los escalones superiores. De esta manera, se producen continuos ascensos a coronel, por ejemplo, a pesar de que la plantilla de coroneles está totalmente saturada (hay unos 1.200 coroneles, y los puestos necesarios en este empleo son unos 600).

Ascensos sin plazo

Por el contrario, la ley no fijó plazo alguno para los ascensos de quienes pertenecen a las escalas a extinguir y sí indica que estos ascensos podrán producirse sólo cuando haya vacantes en los escalenes superiores.Con estas premisas, se producen casos como el de un teniente de la escala auxiliar que lleva desde 1974 en este grado y que, pese a que superó el curso de ascenso a capitán en 1983, aún no sabe cuándo lo materializará. Por, el contrario, un militar de la academia que fuera teniente en 1974 es ahora comandante.

Estos casos se producen a pesar de que en los últimos tres años han pasado voluntariamente a la denominada reserva transitoria alrededor de 500 capitanes, de la escala auxiliar, por lo que se supone que se han creado numerosas vacantes en ese empleo y en esa escala.

A lo largo del año próximo está previsto que entre los 10.000 miembros de las escalas a extinguir asciendan 157 militares, mientras que en el resto de las escalas -integradas por unos 30.000 profesionales- ascenderán 717 personas. Desde el Cuartel General del Ejército afirman que se producen pocos ascensos porque no hay vacantes.

Miembros de estas escalas supuestamente discriminadas aseguian que estas "injusticias" se producen contra ellos a pesar de que dentro del Ejército desempeñan las misiones "más duras y desagradables". Por estos motivos, han sido ya 3.100 los oficiales y suboficiales de las escalas a extinguir que han pasado a la reserva transitoria desde 1985. Centenares de afectados desean seguir el mismo camino.