España solicitará a Francia la extradición del responsable de los comandos de ETA

El Gobierno tiene intención de solicitar a Francia la extradición de Iñaki Pujana Alberdi, de 26 años, responsable de los comandos de ETA que actúan en el País Vasco, según han asegurado fuentes del Ministerio del Interior. El aparato militar de la organización terrorista quedó descabezado tras la detención de Santiago Arrospide Sarasola, Santi Porros, el pasado 30 de septiembre, y se encontraba compartido por varios de sus subalternos, entre ellos Iñaki Pujana. El etarra detenido el pasado miércoles deberá ser juzgado en Francia y cumplir la condena que le fuere impuesta, antes de su eventual envío a España.

Pujana Alberdi fue detenido el pasado miércoles en las afueras de Angulema, ciudad del suroeste de Francia, junto con el también supuesto miembro de la organización terrorista Roberto Martínez Olasagarre. Los dos activistas fueron arrestados por la policía francesa, al parecer de forma casual, cuando los agentes les pidieron su documentación al tener mal aparcado su vehículo.En el momento en que los agentes solicitaron la documentación a los etarras, Iñaki Pujana trató de coger su pistola pero fue reducido inmeditamente por los policías franceses.

En el vehículo, la policía localizó un aparato de radio que capta las frecuencias de la policía francesa y que son usados para eludir controles de las fuerzas de seguridad.

Asimismo, la policía intervino en el vehículo 40.000 francos -800.000 pesetas- y dinero en efectivo en monedas española, belga y holandesa.

Según fuentes oficiales españolas, el hecho de que la importancia de Pujana Alberdi en la organización terrorista no trascendiera inmediatamente fue debido a que se pretendía primeramente buscar información sobre los comandos del País Vasco de los que era responsable Iñaki Pujana.

Sin embargo, su detención se hizo pública poco después en Francia y España lo cual alertaría inmediatamente a los correos y contactos de Pujana, así como a los comandos que dirigía personalmente.

Según fuentes del Ministerio del Interior, Iñaki Pujana Alberdi formó parte del comando legal -no fichado por la policía- denominado Tontorramendi, que actuaba en Vitoria. Los responsables de la seguridad del Estado atribuyen a este comando los asesinatos de los paisanos Ramiro Salazar Suero, en julio de 1983, y José Antonio Julián Bayano, el 26 noviembre de ese mismo año.

La Guardia Civil logró detener en mayo de 1984 a tres integrantes del citado comando, pero Pujana Alberdi logró escapar y huyó a Francia. Especialistas de la lucha antiterrorista aseguran que los últimos golpes a ETA han debido debilitar seriamente a la organización terrorista para que un miembro de un comando legal como Pujana, con 26 años de edad, llegara en tres años a ser uno de los jefes militares de ETA.

Estas fuentes han asegurado que no está comprobado que Pujana ordenara el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza como se ha informado por diversos medios de comunicación. Sin embargo, se cree que como destacado miembro del aparato militar de la organización terrorista estaría al corriente del atentado de Zaragoza y participaría en la decisión de ETA.

Informaciones operativas

Fuentes españolas descartan que Iñaki Pujana sea enviado en breve a España, puesto que está acusado en Francia de "asociación de malhechores" y "tenencia ¡lícita de armas". Primeramente, según esas fuentes, deberá ser juzgado y cumplir su condena en Francia y luego podría ser entregado ya a España.

En fuentes del Ministerio del Interior aseguran que su extradición es importante, si bien lo prioritario son las informaciones operativas que pueda facilitar para desarticular comandos e infraestructura de la organización terrorista.

La autoridades francesas decidieron en 1984 que Pujana, de 26 años, debía residir en Masle, en el departamento de Charente, cuya capital es Angulema. Posteriormente, el Ministerio del Interior francés acordó en junio del pasado año su expulsión de Francia, y, al parecer, no pudo ser localizado hasta la semana pasada a pesar de que seguía frecuentando el departamento al que había sido confinado y donde fue detenido.