Un niño mata a otro de un tiro en el corazón cuando jugaba con una pistola

El niño José Antonio Rodríguez Sánchez de nueve años de edad, resultó muerto el pasado día de Nochebuena al ser alcanzado en el corazón por el disparo que realizó su amigo Jorge Medeiros, de 12 años, cuando jugaban con una pistola. El sumo se produjo pocas horas antes de Nochebuena en el pueblo orensano de Medeiros de Monterrey, adonde el niño fallecido había ido para pasar las fiestas con su abuela. Otro menor, que fue testigo de lo ocurrido, sufre aún un fuerte trauma psíquico. La Guardia Civil realiza investigaciones para aclarar el origen del arma, ya que el padre de Jorge ha negado que fuese de su propiedad.

Manuel, el niño de 12 años testigo presencial de los hechos, ha manifestado que Jorge Medeiros se reunió con José Antonio y con él en una zona próxima al cementerio del pueblo, donde jugaban con frecuencia.Jorge les mostró una pistola y les dijo que era "de verdad" y que "podía matar". José Antonio Rodríguez, le replicó que el arma era de juguete y a continuación sonó un disparo que le alcanzó en el corazón.

La procedencia del arma que provocó el percance es, por el momento, muy confusa. En principio se creyó que había sido encontrada por los niños. Posteriormente se especulé con que la pistola, una Star del calibre 9 corto, cargada con nueve balas, era propiedad de Antonio Medeiros Dapia, padre de Jorge y taxista de profesión. Medeiros, que no tiene licencia de armas, negó que la pistola fuera suya. Ni la Guardia Civil ni el Gobierno Civil han aclarado tal extremo.

Por otra parte, Juan Soriano, de 86 años, resultó muerto al ser apuñalado por un individuo el pasado viernes, cuando se encontraba en unos jardines de Santo Tomé (Jaén). El mismo agresor acuchilló gravemente a José Torrecillas, de 60 años, que estaba junto a la víctima, según informa la agencia Efe.

El supuesto homicida, cuya identidad corresponde a las iniciales M. T., de 37 años, fue detenido en su domicilio, adonde había regresado tras cometer el crimen. Según sus vecinos, sufría crisis depresivas desde hace años y no se le conoce ningún trabajo.

Igualmente, Julio Bernal Sánchez, de 30 años, portero de una discoteca de Badajoz, murió acuchillado el viernes en el local donde trabajaba. Los agresores, dos clientes, fueron detenidos poco después.