Asesinado en Colombo el jefe del partido gobernante en Sri Lanka
El jefe del Partido Unido Nacional (UNP), actualmente en el poder, Harsha Abeywardene, fue asesinado ayer en Colombo por un desconocido que lanzó varías granadas al coche en que viajaba el político y abrió fuego contra él con un rifle automático T-56. El chófer, un guardaespaldas y un sirviente que le acompañaban murieron también en el atentado, ocurrido poco después de que Abeywardene abandonara su casa con destino a su despacho, en un céntrico distrito de la capital de Sri Lanka. Testigos presenciales afirman que el joven se mantuvo cerca del coche hasta ver que todos sus ocupantes habían muerto. Depués huyó corriendo por una estrecha calle del populoso barrio de Welawatte, donde le esperaba otro joven con una bicicleta robada en la que los dos se dieron a la fuga.El Ejército acordonó de inmediato la zona y la policía registró las casas pero no encontraron rastro del autor del cuádruple asesinato ni de su cómplice.
Abeywardene, de 47 años, fue reelegido unánimemente el sábado pasado como presidente del UNP, en la convención anual a la que asistieron más de 5.000 delegados. El cargo lo venía desempeñando desde 1984. Anteriormente fue secretario general del partido durante varios años.
Extremistas del JVP
Hasta el momento, nadie se ha responsabilizado de la autoría del ataque, pero fuentes policiales lo atribuyen al Janatha Vimukthi Peramuna (JVP, Frente de Liberación Popular). Esta organización ilegal está formada principalmente por jóvenes de la mayoría cingalesa de Sri Lanka que se oponen al acuerdo firmado entre el presidente Junius Jayewardene y el primer ministro de India, Rajiv Gandhi, para acabar con la rebelión de la minoría tamil. Abeywardene era un hombre cercano al presidente.
Desde la firma del acuerdo, el 29 de julio pasado, 265 miembros del UNP o simpatizantes de éste han caído acribillados por las balas del JVP. Según el mismo Jayewardene declaró durante la convención de su partido, la policía tiene pruebas de que el JVP está detrás de todas esas muertes e incluso del atentado fallido contra su persona y contra varios miembros del Parlamento en agosto pasado. Un viceministro y un funcionario del Parlamento murieron en ese ataque, en el que también fueron heridos seis miembros del Gabinete.
El acuerdo prevé una amplia autonomía para las regiones del norte y el este del país, donde viven la mayoría de los tamiles que conforman el 13% de la población de Sri Lanka. Unos 35.000 soldados indios fueron desplazados a Sri Lanka para poner en práctica el acuerdo que entre otras medidas establece el compromiso de India para desarmar a las guerrillas de los Tigres de Liberación Nacional de Tamil Eelam, contra las que han librado una auténtica batalla en la ciudad de Jaffna, que fue sitiada durante casi tres semana. Más de 1.000 personas entre guerrilleros tamiles, civiles y soldados indios murieron en el ataque.
Días atrás, Jayewardene visitó las ciudades sureñas de Hambantota, Matara y Galle, donde se ocultan los miembros del JVP, a los que tachó de "animales" y pidió a la población colaboración para acabar con ellos. Al parecer, también ordenó al Ejército que actúe de forma determinante. Ofreció impunidad a quienes maten a miembros del JVP y aseguró que Sri Lanka se verá libre de ellos en dos semanas. Un alto miembro del UNP señaló que el asesinato de Abeywardene puede ser "la respuesta" de los terroristas del JVP a las críticas del presidente. Ayer mismo fue apuñalado en Galle un sindicalista del partido gubernamental.
La policía estima que en la actualidad la JVP cuenta con unos 2. 000 militantes. En 1971, más de 10.000 de sus miembros fueron muertos por el Ejército de Sri Lanka, tras el intento del golpe de Estado contra el Gobierno que dirigía Sirima Bandaraniake.
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