Un atracador muere en Orense durante un tiroteo con la Guardia Civil

José Miguel Bautista Villarón, de 28 años, natural de Oñate (Guipúzcoa), murió al recibir un tiro en el tórax, según el informe del forense, despeñándose posteriormente por un barranco en una zona abrupta del paraje conocido como O Invernadeiro, en el municipio de Laza (Orense), cuando mantenía un intenso tiroteo con miembros de la Guardia Civil que intentaban detenerlo como presunto autor del atraco a un banco de Verín. Otro presunto atracador, Emilio Docampo Sariego, de 28 años, natural de San Sebastián, fue detenido.El sábado por la mañana los dos jóvenes vascos penetraron armados en una sucursal del Banco Exterior de España en la localidad orensana de Verín, próxima a la frontera con Portugal. Tras amenazar con una pistola al director de la oficina e intimidar al personal, los atracadores se apoderaron de más de cuatro millones de pesetas que había en la caja fuerte. Amordazaron a los empleados y huyeron a pie. Durante la huida la sirena de una ambulancia que pasaba casualmente por el lugar desconcertó a los atracadores, que empezaron a disparar sin blanco fijo y causaron desperfectos en coches y escaparates de comercios. El incidente de la ambulancia precipitó la fuga de los asaltantes, quienes perdieron en la calle dos millones y medio de pesetas, más de la mitad del botín del atraco.

La Guardia Civil estableció controles en las carreteras y siguió la pista de los atracadores por la zona de Campobecerros y O Invernadeiro, donde intimidaron a varias personas, lo que facilitó su persecución. La fuerza pública utilizó perros para rastrear a los presuntos atracadores y logró acorralarlos en una zona abrupta, donde, parapetados entre las rocas, dispararon contra la Guardia Civil.

Según el informe oficial del gobierno civil, las fuerzas de seguridad repelieron la agresión y lograron detener a Emilio Do, campo Sariego. El cuerpo de su compañero fue localizado más tarde en el fondo de una zona rocosa. La policía encontró en poder de los huidos dos pistolas con nueve balas del calibre 22 y otras ocho de nueve milímetros Parabellum, además de 1,5 millones de pesetas, fruto del atraco.