El Barcelona venció al Estudiantes con juego poco convincente
L. G.
Una zona alivió otro momento crítico del Barcelona, que pudo resolver con cierta fortuna su compromiso con el Estudiantes, que dominó durante 34 minutos, pero demostró una desconocida falta de ambición, además de escasa preparación para desempeñar el papel de semifinalista. Así, en 13 minutos de zona, el equipo estudiantil sólo anotó diez tantos, una cortesía que Aito, el técnico azulgrana, estaba deseando. Para colmo, la presión contra el Barcelona llegó demasiado tarde. El resultado justo habría sido un empate: ninguno de los dos cuadros estaba preparado para ganar.El Barcelona tuvo un comienzo muy triste, fiel reflejo de una mala racha (0-13 con siete fallos consecutivos). El Estudiantes le había preparado una tímida táctica: flotar a Jiménez y dejar que Russell ocupara el centro de la zona, a la vez que Garrido gritaba al base Antúnez que llevara a su colega Solozábal, que es zurdo, al lado derecho de su ataque para que se desenvolviera con menos soltura en la dirección de las jugadas ofensivas de su equipo.
Aito no encontraba una fórmula para cambiar el carácter de sus jugadores o, lo que es lo mismo, una manera de que éstos pudieran decir "basta". Y lo cierto es que no lo dijeron nunca. Fue suficiente una simple decisión de salón, colocar la zona, con Jiménez en primera línea para impedir que Pinone pudiera convertirse en segundo base. Ahí se hundió el Estudiantes, con un parcial desastroso (diez tantos en 13 minutos). Y es que hay partidos que encuentran su respuesta en un sencillo detalle, sobre todo cuando ninguno de los dos equipos está realmente preparado para ganar.
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