Mario Soares atribuye a "mala información" el rechazo a la presencia de Spínola en España
El presidente portugués, Mario Soares, consideró ayer fruto de la "mala información" el relevo de algunos sectores españoles a la presencia en su séquito oficial del ex presidente y mariscal Antonio de Spínola. Soares manifestó que no comprendía el comunicado en el que, entre otros, el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, consideraba "no deseable" la presencia de Spínola en España.
"Francamente, no lo entiendo. No entiendo ese comunicado. Debe haber alguna mala información", dijo anoche Soares, al ser preguntado por su opinión sobre este rechazo a Spínola. El propio mariscal aseguró desconocer este comunicado referente a él -aunque no manifestó sorpresa al serle notificado el contenido del mismo- y, en la línea de su actitud desde que -comenzó la visita de Soares y su séquito el pasado lunes, declinó hacer cualquier comentario sobre este o cualquier otro particular.Ni el presidente portugués ni ninguno de sus acompañantes ha explicado la razón por la que ha sido Spínola, y no cualquier otro de los ex presidentes de la República portuguesa quien ha acudido a Madrid como parte de la "embajada extraordinaria" que acompaña al jefe del Estado luso. El comunicado suscrito por el diplornático Julio Cerón y por Joaquín Leguina -quien declinó acudir a una cena oficial ofrecida por Soares a los Reyes en El Pardo- alude al hecho de que, mientras Spínola está en España, el principal artífice de: la revolución del 25 de abril, el brigadier Otelo Saraiva de Carvalho, se encuentra en la cárcel. Leguina justificó su actitud alegando sentirse un hombre de izquierdas.
Por su parte, portavoces gubernamentales españoles se lin-útaron a decir que decidir el nombre de los integrantes de la delegación que acompañan a Soares es un asunto que compete exclusivamente a Portugal. Spínola, presidente de la junta de salvación surgida a raíz del golpe militar democrático del 25 de abril de 1974, huyó durante unos días a la base aérea de Talavera la Real (Badajoz) a raíz de haberle involucrado en el intento de golpe contrarrevolucionarío del 11 de marzo de 1975.
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