La restricción de aparcamiento no se aplicará Navidades

La Concejalía de Circulación y Transportes no restringirá el aparcamiento durante estas Navidades, al considerarse que la limitación por la que sólo se dejaba aparcar a los residentes no tenía los efectos previstos, al ser un período de tiempo muy corto y un área de aplicación extensa. A cambio se realizará una vigilancia intensiva de carriles-bus en determinadas calles entre pasado mañana y el 9 de enero, a fin de mejorar la circulación de los transportes públicos. Asimismo y como experiencia piloto, se pondrá en la calle de una acera para proteger el carril-bus.Las medidas de circulación adoptadas este año por las autoridades municipales consistirán básicamente en la vigilancia intensiva por parte de la Policía Municipal y del servicio de grúa de los carriles-bus de determinados ejes, tales como Alcalá, Gran Va, Princesa, Mayor, Fuencarral, Montera, Atocha, Velázquez, Luchana, Narváez, Bravo Murillo, Raimundo Fernández Villaverde y avenida de la Reina Victoria.

Asimismo se ha ordenado realizar, a partir de pasado mañana, una vigilancia especial sobre el aparcamiento indebido en las calles de Goya, Carranza, Toledo y Raimundo Fernández Villaverde, en el tramo coincidente con Azca.

Lo que se pretende es que por estas vías el transporte público pueda circular a mayor velocidad. Son precisamente estas calles las más recorridas por las líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que tienen como destino las áreas centrales de la ciudad. Paralelamente, la EMT reforzará las líneas de autobuses y microbuses.

La única novedad destacable este año será la modificación, por parte del área de Circulación y Transportes, del carril-bus que existe en la calle de Alcalá entre Peligros y la Puerta del Sol. Según la propuesta municipal, habrá dos carriles dedicados a transporte público: uno, sólo para autobuses, y el otro, para autobuses y taxis.

'Carriles-bus'

Estos carriles se separarán de los restantes por una acera de un metro de ancho. La instalación de este tipo de aceras será realizada como experiencia piloto, y de tener éxito, se utilizaría en las principales calles de la capital con el fin de evitar la utilización de estos carriles por parte de los automovilistas y, sobre todo, el aparcamiento en ellos.Hace siete años, el Ayuntamiento adoptó una medida parecida, aunque en aquella ocasión la separación del carril-bus se produjo tan sólo con unos bordillos, sobre los que pasaban los vehículos. La protesta que aquel sistema, poco visible, motivó hizo que los bordillos fueran retirados.

El año pasado fueron anunciadas, entre otras medidas, la imposición de multas de hasta 10.000 pesetas a los infractores y la prohibición de aparcar en una tercera parte del área controlada por la Operación de Regulación de Aparcamiento (ORA) para aquellos que no fueran residentes.

Sin embargo, según el área municipal, los informes del servicio de estacionamiento vigilado han indicado que no se obtuvieron los efectos previstos, por lo que se ha considerado que era mejor concentrar la actuación de la Policía Municipal en los carriles-bus.

A ello se añade, según informaron algunos técnicos, el bajo porcentaje de personas que pagaron las infracciones, lo que supuso de hecho un perjuicio a quienes se abstuvieron de utilizar las zonas en las que estaba restringido el aparcamiento.