La especulación pisa a fondo

El comportamiento de los mercados de valores en estos últimos días parece indicar que cualquier posibilidad que se ofrezca para subir los precios va a ser bien aprovechada. El único problema estriba en la falta de medida que se viene observando, tanto en las entradas como en las salidas, lo que está provocando una serie de altibajos que poco o nada va a contribuir a devolver la confianza a los inversores. Sólo el dinero más especulativo se atreve a jugar en estas condiciones, aunque estas acciones sirven para consolidar el actual nivel de los precios y formar un estrato firme en el que asentar el futuro. En la base de estas actuaciones queda una interpretación más o menos optimista de la coyuntura actual, pese a que ya se reconoce desde instancias oficiales la posibilidad de que la crisis financiera tenga algún impacto sobre la economía real.En esta sesión, la buena apertura de las eléctricas se contagió al resto del mercado, generando dentro del propio parqué una corriente compradora que llevó a muchas cotizaciones a alcanzar el techo del 20% en sus subidas. Estos avances, inesperados en la mayoría de las ocasiones, ejercieron cierta atracción sobre el papel, con lo que se favorecieron las transaciones al dotarles de la liquidez que, al parecer, no tuvieron los corros.

El sector bancario no participó de las alegrías de la jornada, pues el papel constituye todavía un lastre demasiado pesado para estos valores. No obstante, los restos vendedores de los ocho grandes descendieron sensiblemente, lo que permite un respiro a estas entidades que cumplimentaron algo más del 50% de la oferta y se dedicaron a repetir en la mayoría de los casos. Tampoco Telefónica reaccionó a tiempo y sólo fuera de hora comenzaron a darse algunos tanteos compradores que contrastaron con la existencia de papel para muchos otros valores.