Karpov está en su mejor momento desde que perdió el título
El aspirante al mundial de ajedrez Anatoli Karpov se encuentra en una situación mucho mejor que en la recta final de los enfrentamientos anteriores contra el actual campeón Gari Kasparov. La frialdad de carácter, un buen estado físico y su dominio de la estrategia le catalogan como el más temible de los rivales ante las dos últimas partidas del encuentro que ambos disputan en Sevilla. Sin embargo, Kasparov tiene ventaja porque conservará el título en caso de empate final. El marcador está igualado a 11 puntos. La penúltima partida está programada para mañana, pero Karpov dispone todavía de -la posibilidad de solicitar un día de descanso.Con una sangre fría digna de un desactivador de bombas, el gélido Anatoli no ha arriesgado más que lo estrictamente necesario desde que igualó el marcador en la partida 16, a pesar de que los seis empates consecutivos producidos desde entonces suponen, teóricamente, seis pasos de Kasparov hacia el título. Ahora, las posibilidades de Karpov se limitan a ganar una partida, preferentemente la próxima que jugará con blancas, y hacer tablas en la otra.
Sin embargo, su situación no es tan desfavorable como parece, por varios motivos. Ante todo, porque los nervios van a jugar un papel fundamental y Karpov los controla mucho mejor que ese exponente de las fuerzas de la naturaleza volcadas sobre un tablero de ajedrez, llamado Kasparov. Además, su estado físico es inesperadamente bueno; ha perdido menos de tres kilos desde que llegó a Sevilla, muy pocos si se comparan con los nueve que perdió en 1978 frente a Victor Korchnoi, cuando su rostro demacrado parecía la antesala de la muerte.
Satisfecho
Por otra parte, Karpov tiene motivos para sentirse satisfecho porque nunca ha estado en una coyuntura tan favorable ante las partidas decisivas frente a Kasparov. El primer duelo entre ambos fue cancelado por el presidente de la Federación Internacional (FIDE), Florencio Campomanes, cuando el marcador era favorable a Karpov por 5-3, pero el entonces campeón había perdido las dos últimas partidas con inequívocos síntomas de agotamiento tras cinco meses de juego.Hace dos años, en Moscú, Karpov acortó distancias tras ganar la partida 22, pero desperdició una posición favorable en la última que Kasparov ganó brillantemente. Nuevamente, Karpov acusó falta de fondo físico y lo mismo le ocurrió hace un año en Leningrado donde, tras ganar tres partidas seguidas y empatar el marcador, perdió la 22 y sólo pudo hacer tablas en las dos últimas. Puede afirmarse, por tanto, que Anatoli Karpov tiene ahora la mejor oportunidad para vengarse del joven aserbayano que rompió su hegemónico reinado en el ajedrez mundial durante una década.
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