El CESID espió al grupo antinvolución de la policía

El Centro Superior de Información pan la Defensa (CESID) espió a los agentes del grupo antiinvolución de la Brigada de Interior de la policía, e intentó destapar y desarticular su red de confidentes, según han confirmado a este periódico altas fuentes gubernamentales. Esta operación del CESID fue descubierta por la propios policías de la Brigada de Interior. Los responsables del Ministerio del Interior han intentado que no trascendiera públicamente el caso para evitar el escándalo que suponen las operaciones del servicio secreto militar para absorber y domina en exclusiva áreas de información de los servicios de la policía.

Los policías del grupo antiinvolución de la Brigada de Interior, que dirige el comisario Alberto Elías, descubrieron que eran seguidos por personas desconocidas, que llegaron a vigilarles en algunas de las citas que mantuvieron con algún confidente.Los agentes del grupo antiinvolución advirtieron a sus superiores del seguimiento y descubrieron a sus desconocidos vigilantes, que no eran otros que agentes del CESID, según han informado fuentes policiales.

Las investigaciones de la Brigada de Interior dieron como resultado que los agentes del CESID trataban de conocer el modus operandi de los policías dedicados a la antiinvolución y desarticular su red de confidentes, a quienes querían contratar para los servicios militares.

La operación se ha tratado de mantener en secreto para evitar que la opinión pública conociera la guerra entre los servicios secretos militares y los civiles y la lucha que mantiene el CESID por el protagonismo y el control de las áreas más importantes de la información del Estado.

Ante la petición de consultas al director del CESID, el teniente general Emilio Alonso Manglano, sobre estos casos -ver EL PAÍS de ayer-, miembros del servicio secreto militar trasladaron cualquier opinión a los responsables de prensa del Ministerio de Defensa. El jefe del gabinete de prensa de este departamento, Pedro Meyer, manifestó ayer, a consultas de este periódico, que había recibido instrucciones en el sentido de que "el departamento no quiere realizar ningún comentario sobre esas informaciones. El ministerio quiere mantenerse al margen del caso, y no tiene nada que decir sobre estos temas, sobre los que mantiene siempre hermetismo".

El CESID, como publicó ayer este periódico, intenta arrebatar a la policía áreas claves de información, especialmente el espionaje exterior, industrial y antiinvolución, así como ampliar la plantilla y competencias de la Brigada de Relaciones Informativas, formada por policías, pero que trabaja para el servicio militar.

Enfrentamientos con armas

Por otra parte, los policías del grupo antiinvolución de la Brigada de Interior estuvieron a punto de enfrentarse. a tiros en el metro madrileño con agentes del CESID. En esta ocasión, los agentes militares seguían a un confidente policial, con quienes había fijado una cita. Los policías, al sentirse vigilados, estuvieron a punto de sacar sus pistolas y enfrentarse con los desconocidos, hasta que fueron identificados y el asunto concluyó pacíficamente.No es la primera vez que la prudencia de los agentes de policía ha evitado un enfrentamiento a tiros con los agentes del CESID, especialmente en Madrid.

La policía ha llegado a descubrir en los últimos años numerosas matrículas de vehículos correspondientes a identidades falsas que son utilizadas por agentes del CESID. En varias ocasiones, miembros de los servicios antiterroristas han estado a punto de tirar de pistola sospechando que se trataba de miembros de grupos terroristas, fundamentalmente etarras.

La policía, por su parte, suele pedir cupos de matrículas reservadas a la Dirección General de Tráfico, con lo cual evita cualquier posibilidad falsear esa identidad de los vehículos y de imprevisibles desenlaces con otras fuerzas de seguridad.

También el seguimiento y vigilancia de altos cargos ha estado a punto de provocar un enfrentamiento entre agentes del CESID y los escoltas de estas personas.