Torras Hostench pasa el relevo a la banca, acreedora para que busque una solución en Explosivos Río Tinto
Los representantes de las siete entidades bancarias que conforman el comité de bancos acreedores de Explosivos Río Tinto celebraron ayer un almuerzo en la sede de Citibank España para perfilar su estrategia en torno a la búsqueda de una salida para la crisis de Explosivos Río Tinto (ERT). Torras comunicó el pasado jueves 26 a los bancos las condiciones de una nueva oferta, escasamente novedosa, consistente en una operación acordeón del capital de ERT (reducción y posterior ampliación garantizada), cuya espoleta reside en que deben ser los bancos los que tomen la iniciativa en la solución de la crisis de ERT.
La oferta es ventajosa para los bancos, que ahora tienen prisa por recuperar sus créditos antes de fin de año. Pero la oferta en cuestión no es viable si Torras no asume una posición de control en la empresa, con lo que de nuevo el problema se aboca a la vieja discusión: la dimisión de Escondrillas de la presidencia de ERT. Así que la tarea que los bancos parecen ahora querer retomar por su cuenta es cómo convencer a Escondrillas para que se vaya de ERT, algo así como los famosos trabajos de Hércules.La oferta de Torras del pasado jueves día 26 -en realidad un borrador- consiste en una reducción del capital de la sociedad, por el importe de la autocartera, establecida en torno al 18%, y una posterior ampliación de capital por una cifra equivalente, de unos 6.000 millones de pesetas, que supondría una capitalización bursátil de unos 24.000 millones de pesetas. Esta ampliación, que estaría garantizada por Torras, iría destinada a amortizar los créditos participativos y acciones preferentes de la banca. En cuanto a los créditos ordinarios, la papelera catalana, mayoritariamente participada por KIO, instrumentaría un período de amortización a tres y cinco años, con tipos de interés de mercado, y garantía financiera de que si ERT tuviera algún problema en años sucesivos para hacer frente a esos pagos, éstos serían atendidos por la propia Torras.
Alternativas
Todo el plan, sin embargo, es agua de borrajas si Torras "no asume una posición de control en la empresa química". Se vuelve así al punto de partida. Las alternativas para los bancos no son muchas: o presionar, más o menos diplomáticamente, ante la presidencia de Explosivos Río Tinto para que despeje el camino, ardua tarea como se ha visto, o acudir a la petición de junta general extraordinaria -lo que no se atrevió a hacer Torras- y apoyar en ella a la sociedad catalana con sus votos, cercanos al 22% del capital de Explosivos Río Tinto.Los bancos celebraron el mismo jueves 26 un almuerzo con José María Escondrillas, en el cual éste reconoció por primera vez que el plan financiero preparado por la gerencia de Explosivos en agosto era y es inviable de cumplir. En primer lugar, porque los resultados de la sociedad han caído este año en torno a un 60%, afectando naturalmente a su cash-flow, y, después, por el crash bursátil, que ha cercenado otra posible vía de arreglo con las entidades bancarias.
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