La Comisión Europea quiere impedir las fusiones que vulneren la libre competencia

Los ministros de mercado interior de la Comunidad Europea que se reúnen en la capital belga deberán contestar hoy, lunes, al virtual ultimátum que les ha sido formulado por Peter Sutherland, el comisario europeo encargado de velar por el respeto de la libre competencia en el Viejo Continente.

Sutherland les ha dado de plazo hasta hoy para comprometerse públicamente a aprobar de aquí a un año una directiva que no han conseguido adoptar desde hace 13, y cuyo objetivo consiste en otorgar el poder a la Comisión Europea para impedir las fusiones de empresas que vulneran las reglas sobre competencia recogidas por el Tratado de Roma que dio lugar a la CE.Tres Estados miembros -Reino Unido, Italia y Holanda- son los más reacios a esta iniciativa, pero Sutherland acaba de recibir el espaldarazo inesperado del Tribunal de Justicia europeo, con sede en Luxemburgo, y de la Unión de las Industrias de la CE (Unice).

En una sentencia dada a conocer hace diez días a propósito de un litigio en el que estaban involucradas cuatro multinacionales tabacaleras, la máxima instancia jurídica de la Comunidad reconoce al órgano ejecutivo europeo el derecho a invalidar a posteriori, en virtud de los artículos 85 y 86 del Tratado y acuerdos mediante los cuales una empresa se apodera de su competidora adquiriendo parte de sus acciones o creando estructuras tendentes a promover una cooperación forzosa entre ambas que puede ser incompatible con el mercado común.

Apoyo de la Unice

La Unice, por su parte, brindó también su apoyo hace una semana al proyecto del comisario, aunque pidió que las empresas pudiesen elegir entre notificar de antemano a Bruselas una eventual fusión o someterse a posteriori a la inspección del Ejecutivo comunitario, un procedimiento que, en opinión de Sutherland, sumiría a las multinacionales en una gran inseguridad jurídica.

Con este doble respaldo, el comisario pide a los ministros de los doce que adopten hoy una declaración en la que reconozcan la necesidad de instaurar un control cuyas características están recogidas en su proyecto de directiva.