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Una inmobiliaria reorganizó la Interpol, según un informe confidencial

ENVIADO ESPECIALUn informe reservado de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) evidencia irregularidades y negligencia del ex secretario general de este organismo, el francés André Bossard, quien contrató a un equipo inmobiliario galo para reorganizar la secretaría general de esta institución que reúne a las policías de 140 países.

La inmobiliaria de Benoit había realizado para Interpol la prospección y gestión para cambiar la sede de la organización, que se trasladará el próximo año de Saint-Claude, en París, a Lyon. Fuentes de Interpol confirman que el trabajo encargado a Benoit para el cambio de sede fue realizado legalmente y dirigido por un equipo especializado, y que disponía de la capacidad y operatividad suficiente para abordar el trabajo, por el que Interpol pagó tres millones de francos (60 millones de pesetas).

Sin embargo, ocurrió lo contrario al encargar a este misma empresa la reorganización puramente profesional y policial del máximo órgano de Interpol, la secretaría general. Fuentes del actual equipo directivo no dudan de que Benoit logró engañar a los responsables de Interpol. Las mismas fuentes aseguran que se estuvo a punto de actuar por las vías legales oportunas contra el ex secretario general Bossard y contra Benoit, pero se prefirió ocultar el caso ante la supuesta ausencia de pruebas.

El escándalo fue silenciado por los responsables de Interpol, quienes, tras una investigación secreta, concluyeron que no tenían pruebas de que se hubiera firmado el contrato mediante sobornos y comisiones que podrían afectar a altos cargos del máximo organismo internacional de policía, por lo que se decidió enterrar el asunto. Posteriormente, se encargó a un ex presidente de este organismo, un jefe de policía de Suecia apellidado Person, una investigación reservada sobre el caso, cuyas conclusiones ha obtenido este periódico.

El actual secretario general, el británico Raymond Kendall, anuló el contrato encargado a Benoit, quien ha presentado un pleito ante los tribunales franceses contra la Interpol por incumplinúento e impago del contrato de dos millones de francos, en el que aduce haber preparado varios estudios y gestiones sobre la reorganización policial encargada.

En medio del escándalo silencíado, André Bossard dimitió voluntariamente a finales de 1985 y fue sustituido por Kendall. Fuentes de Interpol afirman que su dimisión no fue más que una salida ante el escándalo que amenazaba a la organización, que reune a las policías de los cinco continentes.

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