El mercado ni sabe, ni contesta
Las posiciones vendedoras comienzan a imponerse en unos mercados en los que la tendencia a corto y medio plazo no encuentra cauces de definición. La ausencia de una dirección concreta suele concluir con un goteo a la baja similar al que se dio ayer en las bolsas y dependiendo de la respuesta del mercado se consigue la reacción o se confirma la salida de papel. En esta ocasión, ni siquiera el dinero especulativo parece dispuesto a arriesgar ante una situación en la que están todavía por definir las variables que intervienen en la proyección de mercado. El papel, ayer institucional, es la única constante que parece encontrar su sitio en estos momentos, lo que frena, de salida, cualquier intento comprador. El nivel del negocio ha ascendido ligeramente, bien porque las tomas han sido más amplias en los valores bancarios, bien porque algunos precios son casi una provocación para los inversores más inquietos.Eléctricas y automoción abrieron la jornada con escasas posibilidades de sacar sus precios adelante, pues el papel llevó la voz cantante desde los primeros momentos e impidió cualquier intento de reacción. El resto de la sesión discurría sin mayores alicientes, salvo en los casos en los que la barandilla consideró obligada una toma de posiciones. Ésto indica que el mercado puede mantenerse en esta situación en tanto encuentre el nivel adecuado para cada cotización, sin que nadie se atreva a pronosticar qué va a suceder una vez alcanzados esos objetivos.
El sector bancario, con un ligero incremento en el volumen negociado, acusó bajas importantes sin que el nivel del papel puesto a la venta tuviera mucho que ver en ello. órdenes limitadas, o los intentos de cada entidad por alejar el papel de su entorno, fueron las causas determinantes de esta baja de las cotizaciones, pues entre los ocho grandes apenas llegaban a los 100.000 títulos como resto vendedor.
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