La explosión de una bomba provoca muertos y numerosos heridos en el Ulster

Once personas murieron ayer y más de medio centenar resultaron heridos en el Ulster al estallar una bomba que derribó parte de un edificio junto al que se habían congregado para asistir a los actos en memoria de los soldados caídos en las dos guerras mundiales. Ninguna organización se había atribuido anoche la autoría de la matanza, aunque todos los indicios apuntaban hacia el Ejército Republicano Irlandés (IRA). Isabel II dijo estar "profundamente conmocionada por la atrocidad".

La bomba estalló, poco antes de las once de la mañana, en una antigua escuela sita a menos de 20 metros del cenotafio erigido en la localidad norirlandesa de Enniskillen, en el condado de Fermanagh, al suroeste del Ulster, donde, como en el resto del país, se iba a celebrar un acto para honrar la memoria de los que dieron sus vidas en los campos de batalla.Las víctimas mortales fueron aplastadas por la fachada del inmueble, derrumbada por la onda explosiva, mientras otras 61 personas resultaron con heridas de diferente consideración. La policía informó más tarde que no se había recibido ninguna amenaza de bomba, y de ello dedujo que lo que pretendían los autores del atentado era causar el mayor número posible de víctimas.

La reina Isabel II envió un mensaje de solidaridad a los heridos y a las familias de las víctimas, y dijo estar "profundamente conmocionada por la atrocidad" cometida. La primera ministra, Margaret Thatcher, clamó contra la "aterradora muestra de crueldad" exhibida por los terror1nas y aseguró que "no habrá sitio en el que puedan esconderse los autores del ataque, que serán presentados ante la Justicia". Pra el líder de la oposición, Neil Kinnock, el atentado del Ulster les una atrocidad contra gente de la calle que honraba a aquellos que lucharon por la libertad que el terrorismo quiere destruir".

Los tres habían asistido, poco antes de realizar estas manifestaciones, al acto en memoria de los caídos celebrado en Londres. Las medidas de seguridad eran extremas, con tiradores de elite apostados en los edificios de Whitehall próximos al cenotafio. Todos los presentes en la ceremonia hubieron de pasar por detectores de metales, y quienes portaban bolsos tuvieron que mostrar su contenido a la policía.

El Gobierno británico lleva tiempo esperando una respuesta del IRA a los muy serios contratiempos que ha sufrido este año. El verano pasado fueron detenidas tres personas que merodeaban junto a la residencia campestre del ministro para Irlanda del Norte, Tom King, y el congreso de los conservadores se celebró en septiembre con un gran despliegue de seguridad, en el que se movilizó hasta la Marina.

Duro golpe

El mayor de los reveses sufridos por el IRA ha sido la captura de un arsenal de 150 toneladas de armas y explosivos hace 10 días por las autoridades costeras francesas, pero antes hubo de lamentar la muerte de dos hombres, a los que les estalló una bomba que estaban preparando, y en mayo, la muerte de ocho terroristas en una emboscada.La pérdida del alijo militar, transportado desde Libia en el carguero Eksund -20 misiles SAM 7, ametralladoras, lanzagranadas, fusiles de asalto Kalashnikov, entre otros elementos-, ha supuesto un durísimo golpe para la estrategia -y puede que también para las finanzas- del IRA, que en esta operación ha perdido a un hombre importante, Gabriel Cleary, responsable del cargamento y ahora detenido en París.

La entrada de tamaño arsenal en Irlanda del Norte hubiese dado un vuelco a la presente relación de fuerzas. Expertos en la lucha antiterrorista franceses estiman como más probable que tales armas estuvieran destinadas a ser compartidas con otros grupos terroristas europeos y, muy en particular, con ETA.