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Intensa búsqueda de un parricida en Carabanchel

Amelia Castilla

Funcionarios del Grupo de Homicidios continuaban ayer buscando al platero Mariano Olmos Gálvez, de 50 años, acusado de haber dado muerte el pasado viernes de varias puñaladas a su esposa, Olga Fernández García, de 45 años. Dos de los cinco hijos del matrimonio descubrieron el cadáver de la mujer, alrededor de las tres de la tarde, en el domicilio familiar, situado en el número 8 de la calle de Martínez Conde, en el distrito de Carabanchel.

Un vecino observó alrededor del mediodía que el esposo abandonaba la vivienda con una bolsa de plástico. Al parecer, horas antes la pareja mantuvo una fuerte discusión motivada posiblemente por los trámites de separación iniciados por la mujer. En el curso de la pelea, se supone que el platero infirió varias puñaladas a su esposa en el tórax. Posteriormente introdujo el cuerpo de la víctima, que iba vestida con un pijama, en la bañera, según informó la policía.Dos de los hijos del matrimonio encontraron el cadáver de la mujer cuando regresaban del colegio. Uno de los niños, de 10 años, sufrió un fuerte choque al ver a su madre en ese estado y tuvo que ser asistido en una casa de socorro. La mujer fue trasladada al hospital Primero de Octubre, pero ingresó cadáver.

Algunos vecinos del barrio explicaron que el esposo bebía demasiado y que protagonizaba continuas disputas con su esposa. La víctima le había denunciado en varias ocasiones por sus constantes borracheras. Las mismas fuentes precisaron que el supuesto homicida apenas entregaba dinero a la esposa para mantener a la familia.

El esposo trabajaba como montador de joyas en un establecimiento del centro de Madrid. Fuentes policiales precisaron ayer que se sospechaba que el presunto homicida debía de estar escondido por el distrito de Carabanchel, zona por la que ayer se le buscaba intensamente. La policía aseguró que la detención del supuesto parricida parecía inminente.

Muerto sin identificar

Por otra parte, fuentes de la Guardia Civil informaron ayer que todavía no se había logrado identificar el cadáver de un hombre asesinado de dos disparos de escopeta en un paraje de La Pedriza, en el término de Manzanares el Real, localidad situada a 48 kilómetros de Madrid. La munición empleada es de fabricación antigua.La misma fuente precisó que el hombre, que aparenta tener entre 35 y 40 años, debió ser ejecutado, posiblemente por un ajuste de cuentas. El asesino disparó contra el hombre a bocajarro. El primer impacto entró por la espalda y la víctima fue rematada con un disparo en la sien. El cadáver, que no llevaba ninguna documentación, fue descubierto por un matrimonio que recogía níscalos por la zona.

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La Guardia Civil sospecha que pudo ser ejecutado hace más de una semana, puesto que el cadáver se encontraba en estado de descomposición.

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