Paz para Centroamérica

Toda la región está inmersa actualmente en un debate común sobre el alto el fuego, las amnistías, la reconciliación, las reformas democráticas y la suspensión del flujo de armamento extranjero. Éstos son los cinco pilares sobre los que se asienta el plan aprobado por cinco presidentes en Guatemala hace 90 días. En la discusión sobre el cumplimiento del plan, los centroamericanos se están educando a sí mismos y al mundo entero en el control de las crueles guerras regionales.Nadie puede esperar razonadamente que este proceso vaya a cortar de golpe el nudo gordiano. Pero las iniciativas puestas en marcha ya lo han aflojado. El principal artífice del plan, el presidente Óscar Arias, nunca esperó una paz instantánea. Su idea era comprometer a los beligerantes con una expectativa popular. Sorprendentemente, esto ya ha ocurrido. Todas las partes declaran estar dispuestas a aceptar el plan, nadie quiere que le consideren asesino de este sueño.

El aspecto desagradable de todo esto es la recalcitrante tenebrosidad de la Administración Reagan. Un factor positivo para el plan de paz es el retraso hasta enero de los 270 millones de dólares pedidos para ayuda militar a la contra. Pero también hay un factor negativo. Aunque la Cámara ha votado 3,2 millones de dólares suplementarios para ayuda no letal a la contra, la Administración insiste ahora en que se necesitan inmediatamente 30 millones más.

6 de noviembre