La realización de beneficios y el debilitamiento del dólar provocaron una caída de más de 50 puntos en Wall Street

La Bolsa de Nueva York registró ayer, desde los primeros momentos de su apertura, una fuerte caída como consecuencia de las realizaciones de beneficios producidas por las alzas de los últimos cinco días que hicieron subir el índice Dow Jones 220 puntos. Las realizaciones, que en un principio fueron de poca cuantía fueron ganando importancia a medida que el dólar se debilitaba.Así, a una hora del cierre, el Dow Jones había caído 108 puntos, quedando a 1.906. Finalmente se clausuró la sesión, recortada en una hora y media, con un descenso de 52,39 puntos, fijándose el Dow Jones en 1.961,70.

Parte de las presiones vendedoras se produjeron a raíz de los rumores de que el conocido analista, Robert Prechter, había recomendado a sus clientes liquidar las posiciones de bolsa, para colocarse en instrumentos de renta fija, según informa Shearson Lehman.

La divisa norteamericana volvió a debilitarse llegando a cotizar momentáneamente por debajo de los 1,70 marcos, momento que aprovecharon los operadores para cubrir posiciones cortas ya que a esos niveles se esperaba una intervención más activa de los bancos centrales.

Por otra parte, la subasta de bonos del Tesoro realizada ayer, ha tenido una buena aceptación debido a las noticia! algo más esperanzadoras en lo que respecta a las negociaciones del presupuesto. Previamente habían surgido rumores sobre la posibilidad de una ruptura de las negociaciones. Ruptura que fue desmentida por el portavoz de la Casa Blanca. Incluso el portavoz del Congreso, Jim Wright, declaró que el partido demócrata había presentado un presupuesto que contemplaba una reducción del déficit para los próximos dos años de 46.000 millones de dólares. La recuperación del dólar, de todos modos, puede no continuar demasiado tiempo mientras permanezca el sentimiento antidólar generalizado, aunque el recorte llevado a cabo hoy por parte del banco central holandés, de las tasas básicas de interés, podría presionar al Bundesbank alemán a hacer lo propio, lo cual aliviaría las presiones vendedoras sobre el dólar.