Imposible es una excusa
Como tantos miles, sufro el denso tráfico. A la luz de lo que leo y oigo, este caos tiene mal arreglo. Los encargados de la cuestión parecen obsesionados por la electrónica, que no rechazo, pero poco dados a la imaginación o simplemente, si no quieren fatigarse, a viajar. Comprobarían que si no se evita el caos, sí se palia, sin necesidad de ampliar la plantilla de efectivos, sin tanta multa, "porque España no puede pagarlas, pero el usuario sí", sin tantas señales de tráfico, sin tanto toque de pito y sin tanta adrenalina. ¡Hay que imaginar, señores! Me viene a la mente, ni siquiera he de imaginármelo o inventarlo, que en otros lugares de este planeta azul han logrado paliar el problema. Por ejemplo, en la pequeña Suiza, a falta de espacio han construido aparcamientos bajo los lagos (Ginebra, por ejemplo). Pienso también en países donde han regulado la aglomeración de manera sencilla. Por las mañanas no hacen coincidir a la misma hora a todos los ciudadanos. Tocan diana a las siete ole la mañana para los niños (habrá que programar de otra forma la televisión, claro está). Así, los niños entrarían en el colegio a las ocho de la. mañana, las oficinas podrían abrirse a las nueve, y así, con intervalos de 15 o 30 minutos, comercios, etcétera. Pero hacer coincidir a niños y padres en las calles a la misma hora es lo que hace intransitable las mis-Pasa a la página siguiente
Imposible es una excusa
Viene de la página anteriormas. Luego, también se podría aligerar el tráfico si aquellos vehículos que tienen que girar a la derecha no tuvieran que pararse en dos semáforos, porque además de obstruir el tráfico es innecesario con una señal de prudencia. También se adelantaría mucho si las ambulancias dispusieran de dispositivo para abrir un semáforo, al igual que los bomberos, y otras pequeñas cosas que funcionan en otros lugares y que son elementales. Claro está, si los niños de las escuelas se quedaran en las mismas desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde, esto sería superideal, porque cuatro veces de llevar y traer al escolar, hace que las mamás se pasen el día pendientes de esa labor. Mientras que con dos viajes se ahorraría gasolina, tiempo y caos. ¡Ah!, y las mamás podrían, incluso, si lo desearan, trabajar de ocho a cuatro. Si el niño desayuna bien y come un bocadillo al mediodía, resiste. Al menos, los demás niños de otros lugares no tienen problemas. Con algo tan sencillo y práctico han resuelto otros países muchos atascos.-
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